Como saben, en una democracia, los políticos deben soportar la censura pública y la crítica, con abucheos de propina. Eso creo que va con el sueldo de cualquier político, y si uno es Presidente del Gobierno, aún más. Además están obligados a mantener las formas y a callar y aguantar, y seguir a lo suyo. En eso Rajoy, es un crack; pero hay gente de su equipo, y de su partido, con una lengua tan desvergonzada y tan indecente, que con su desfachatez son incapaces de contenerse. Yo recuerdo que en 2012, una diputada del PP, mientras que Rajoy, en el Congreso comunicaba los recortes en las prestaciones a los parados ella, Andrea Fabra, que así es su nombre, dijo: “¡Que se jodan!”.
Bueno pues hace pocos días, algo parecido ha ocurrido en Alicante, donde Rajoy tenía un acto público en su Ayuntamiento, para la firma en el Libro de Honor durante su visita a la localidad. Todo iba bien hasta que la Secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro, hizo algo parecido a la tal Andrea, cuando los jubilados gritaban a Rajoy, su descontento sobre las pensiones, ella dijo: “¡Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: ‘Pues os jodéis’!”. Yo creo que esta señora, como cargo público, no se escondía tras la demagogia, y dando la cara dijo: “Lo dicho dicho está, y ahora toca disculparse, y santas pascuas”. Pues vale, muy bien. Pero uno se esperaba, que con ese ejemplo de sinceridad y valentía, a continuación
dijeras: “ Y por tanto presento mi dimisión”, y no el desconcertante y
chulesco: “Y santas pascuas”. Porque si en privado, que más o menos dices lo que piensas, no es lo que dices en público para quedar bien, porque tus representados han podido ofenderse un montón sí, esos representados que te pagan el sueldo y que aunque los desprecias, con ese rebuzno chulesco de bocazas, no puedes salirte de esta con un “Santas Pascuas”. También hay que replicarle al portavoz del PP, Rafael Hernando, cuando dice que los jubilados tenemos que agradecerle al PP esa ridícula subida, a fuerza de manifestarnos en las calles del país, que nosotros, los “jubiletas”, con la “Revolución de las Arrugas”, ¡NO TENEMOS QUE AGRADECERLE NADA A NADIE!, y mucho menos a este gobierno de derecha. Lo que percibimos cada mes, es porque nos lo hemos ganado durante décadas con nuestro esfuerzo y sacrificio. La verdad es que hay gente en el PP, que creen que el Estado es su cortijo privado. Parece que lo llevan en el ADN de su política, y si no recuerden, la desvergüenza de la hija de Fabra, los gestos tan groseros de Bárcenas, cuando le hizo una “peineta” a los periodistas en el aeropuerto de Barajas a su llegada de Canadá, donde había pasado una semana esquiando en Vancouver, (¡joder qué suerte! ¿Con qué jurdó se lo pagó?). También al ínclito Aznar, cuando respondió con otra “peineta” a los abucheos de unos estudiantes en Oviedo, que con su burda y mala retranca dijo: “No pueden vivir sin mí”. O a Pablo Casado diciendo, sobre la Ley de la Memoria Histórica, que los de izquierdas son unos carcas: “Todo el día con la fosa de no sé quién…”. Pero a éste, lo que le ridiculizó más fue que: “En el 89, los jóvenes nos pusimos delante de un tanque en Tiananmen parando al comunismo. Y tiramos con nuestras manos el Muro de Berlín”. De verdad: ¿Alguien vio a este joven tan simpático, provisto de una una piqueta derribando el mítico Muro de Berlín?. Menuda panda de demagogos, y embusteros zampabollos. Y además, lo más inri, es que al final, muchos de los jubilados, que cobran una mierda de pensión, que ahora se sienten ofendidos por esta gente, y mayormente por la impresentable Secretaria de Estado de Comunicación de Rajoy, en vez de hacerles a todos ellos, un real y bien hecho corte de mangas, con peineta incluida, volverán a votarlos. Y si no…., ustedes lo verán.
