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Convulso panorama

Las primarias de mayo del Partido Socialista no son nada más que el inicio de un terrible y largo recorrido que tiene que atravesar el PSOE para recomponer la unidad interna que, de momento, está hecha añicos. Al filo de la 21.00 horas de ayer llegaba la noticia de un “más que probable” atentado terrorista en los parisinos Campos Elíseos que se saldaba con dos policías muertos y otro herido. La persona que disparó contra la policía ha sido abatida, aunque fuentes policiales informan de que los atacantes eran al menos dos. La oleada criminal de la sinrazón criminal vuelve a atacar en el país galo que se encuentra en estado de emergencia desde que en 2015 comenzaron una serie de atentados yihadistas que han causado la muerte de más de 230 personas. Sobran los comentarios.

También en el panorama internacional, Venezuela al límite. Y es que los acontecimientos que se están viviendo en el país situado en la parte septentrional de América del Sur son realmente preocupantes. Un joven muerto por un tiro en la cabeza en un barrio de Caracas y una mujer a la que matan cuando salia de su casa el pasado martes, es el luctuoso balance de las manifestaciones en las que cientos de miles de personas salieron a denunciar al gobierno de Maduro. Son las últimas de las siete víctimas que recientemente se ha cobrado un sistema represivo, donde el estado incluso está repartiendo armas entre una milicia de afines.

Liberar presos políticos y convocar unas elecciones controladas para que se desarrollaran con un mínimo de limpieza, serían las primeras medidas para evitar la situación actual que puede derivar en un enfrentamiento civil de incalculables consecuencias.

Ante este panorama la comunidad internacional no puede permanecer impasible y debe alzar sus voces y su presión diplomática, como ha hecho Méjico que se ha mostrado de forma contundente en contra de los permanentes recortes de libertades democráticas en el cercano país, que además atraviesa una situación económica aterradora con la inflación más alta del mundo y donde los ciudadanos sufren hambre con ausencia de productos de primera necesidad, a pesar de tratarse de uno de los países más ricos del ámbito americano en cuanto a recursos. Un país con un Maduro que ordena encarcelar sin prueba alguna a los líderes de la oposición y que hace caso omiso y ordena que se suspendan las sesiones del Parlamento, órgano elegido por el pueblo en el que dos terceras partes son de la oposición. Ante este cúmulo de barbaridades que componen una lista interminable, ¿qué dirían ahora los ex asesores del chavismo?, ante este régimen de terror y una dictadura férrea como la que planea sobre una Venezuela, en la que se está produciendo la masacre de un pueblo por parte de un dictador tirano. El mundo no se debe cruzar de brazos y al menos debería intentar evitar esta caótica y muy preocupante situación para que Venezuela recupere la normalidad y la libertad democrática, algo que por el momento parece un horizonte muy lejano.

Y mientras en España, al PP le vuelve a estallar entre las manos un nuevo escándalo relacionado con la corrupción, con la detención de Ignacio González por presuntas irregularidades en la gestión de la empresa pública Canal de Isabel II cuando fue presidente de la compañía, entre los años 2003 y 2012. González está acusado de haber cobrado comisiones para beneficio propio y de su familia. El juez Eloy Velasco le imputa, junto a otros detenidos, los presuntos delitos de prevaricación, organización criminal, malversación, cohecho, blanqueo, fraude, falsificación documental y corrupción en los negocios. Ignacio González ha sido presidente de la Comunidad de Madrid, entre 2012 y 2015, y secretario general del partido en la región y uno de los más estrechos colaboradores por entonces de, la ahora portavoz popular en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, quien tendrá que asumir su responsabilidad política y que ayer decía que en caso de confirmarse los hechos, “"para mí sería muy lamentable"”.

Tampoco atraviesa sus mejores momentos el PSOE que a nivel nacional, al igual que el de Melilla, no levanta cabeza y está superdividido internamente como lo demuestra el hecho que durante el homenaje a la fallecida exministra de Defensa Carme Chacón, los tres aspirantes a la Secretaría General del partido, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López no fueran capaces ni de mirarse a la cara, aunque fuera por cortesía institucional, lo que viene a confirmar que las primarias de mayo no son nada más que el inicio de un terrible y largo recorrido que tiene que atravesar el PSOE para recomponer la unidad interna que, de momento, está hecha añicos como se pudo comprobar visiblemente durante el acto celebrado en Barcelona.

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