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Defensa inicia el derribo de la Residencia de Oficiales, en ruinas tras 15 años abandonada

La Policía Local acudió a comprobar si había gente en el interior, como alguien había alertado
(Autor: Guerrero)

La Residencia de Oficiales de Melilla forma ya parte del pasado. Ayer empezaron las obras de demolición de este histórico inmueble, construido en 1944, que había sido declarado en ruina técnica y económica por el Consejo de Gobierno a principios del año pasado. Una pala excavadora empezó desde primera hora de la mañana a hacer añicos este edificio militar, asentado sobre unos terrenos calificados de uso urbano que serán subastados por el Ministerio de Defensa para destinarlos, muy probablemente, a la construcción de viviendas, según las fuentes consultadas por MELILLA HOY. Tal y como estaba previsto por la empresa adjudicataria de la demolición, los obreros empezaron temprano a trabajar, después de que en los días previos hubieran estado en el edificio haciendo otras labores previas.
Sin embargo, poco después de empezar con el derribo tuvieron que detener la máquina porque alguien había dado el aviso de que podría haber personas sin techo en el interior. Dos patrullas de la Policía Local acudieron a la zona y accedieron al interior del inmueble, aunque se marcharon minutos después tras inspeccionar el edificio y no encontrar a nadie dentro.
Los operarios continuaron entonces con los trabajos, que obligaron a cortar uno de los carriles de General Astilleros, y que durante buena parte de la jornada provocaron una gran polvareda en las inmediaciones, dificultando incluso la visibilidad.

BIC desde hacía 31 años
Con esta demolición, que previsiblemente terminará hoy, se pone fin a la existencia de un edificio que llevaba años abandonado y en lamentable estado, pese a que tenía la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) desde hacía más de tres décadas. En concreto, desde que el 5 de diciembre de 1986, el Consejo de Ministros del Gobierno de Felipe González dio el visto bueno a un Real Decreto firmado por el exministro de Cultura socialista Javier Solana, que fue publicado en el BOE un poco después, el 17 de enero de 1987.
Este edificio fue declarado en ruinas en febrero de 2016 al superar en un 316% el valor de las reparaciones a su valor, casi seis y veces más que el mínimo para la declaración de ruina económica, que está en un 50%. También superaba en un 35,6% el número de elementos que había que sustituir, cuando el mínimo para la declaración de ruina técnica es de un tercio.

Planes para el edificio
Desde que el edificio fue abandonado en 2012, varios han sido los planes que se han dado a conocer para él, sin que finalmente ninguno se llevara a cabo.
El Gobierno local mostró su interés en el edificio en 2004, cuando estuvo a punto de firmar un acuerdo con el Invifas, del Ministerio de Defensa, para que la Residencia de Oficiales pasara a ser de la Ciudad Autónoma a cambio de construir 20 viviendas militares. Aquel acuerdo se quedó pendiente de firma por el cambio de Gobierno de aquel año, que pasó del PP al PSOE.
El Gobierno de Zapatero anunció en 2010 su intención de rehabilitar el edificio de la antigua Residencia de Oficiales para darle un doble uso, convirtiéndolo en un centro educativo destinado a combatir el fracaso escolar y en una sede para la Comisión Islámica de Melilla (CIM).
Un año después, en septiembre de 2011, el Gobierno del PSOE cambió de idea y decidió destinarlo a un centro de Formación Profesional, como apoyo al IES Reina Victoria Eugenia. De hecho, el Ministerio de Educación y el de Defensa llegaron a aprobar la cesión del edificio mediante un protocolo general y un acuerdo.
De nuevo, el cambio de color político en el Gobierno central acabó con los planes que había para la Residencia de Oficiales. Ante las críticas socialistas, el PP de Melilla respondió argumentando que el acuerdo de colaboración que gestionó el PSOE era “una chapuza” porque pretendía destinar 1,5 millones de euros a la obra de rehabilitación y que ésta la hicieran los alumnos de la Escuela Taller. Además, aseguró que el inmueble militar no servía como centro educativo.
A pesar de todas estas ideas que había para la Residencia de Oficiales, lo cierto es que desde su abandono en 2002 únicamente ha servido como refugio para personas sin techo, fundamentalmente menores extranjeros no acompañados, lo que ha dado lugar a incidentes, como el incendio de uno de los torreones el día de Navidad de 2015.

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Redacción

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