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Piden hasta cinco años de cárcel a un unos jóvenes por dos robos en los Pinares

En la madrugada del 18 de octubre de 2015, un joven denunció haber sufrido en el barrio de los Pinares el robo de su moto y, minutos después, un atraco a mano armada en el que otro individuo le arrebató el teléfono móvil. Los jóvenes acusados de robar la moto se defendieron afirmando que la víctima “se la había dejado voluntariamente” -de hecho, el perjudicado recuperó la moto diez minutos después de haberla “soltado”- y señalaron a otro vecino del barrio como autor del atraco a punta de pistola. La Fiscalía, que levantó la acusación sobre dos de los jóvenes implicados en el supuesto robo de la moto, pidió para los otros dos penas de dos y tres años y medio, respectivamente. Para el acusado del segundo atraco, se pidieron 5 años de prisión. Según la descripción de los hechos realizada por la acusación, sobre la una menos cuarto de la madrugada del sábado 17 al domingo 18 de octubre de 2015, en la calle abeto (en el barrio de los Pinares), la víctima se encontraba circulando con su moto de vuelta a su vasa, tras dejar a la que entonces era su novia en su domicilio, cuando un grupo de jóvenes (cuatro adultos y un menor) lo rodearon y lo “intimidaron”, consiguiendo quitarle la moto.
El joven, que se quedó allí mientras dos de los acusados se iban con la moto y otro de ellos hablaba con él, sufrió entonces un segundo atraco, cuando un individuo encapuchado apareció en escena y le amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones y una pistola, consiguiendo robarle el móvil.
Según la declaración del perjudicado, tras el robo se quedó “en estado de shock” ya que había “temido” por su vida y, pasados alrededor de diez minutos de la supuesta sustracción de la moto, la encontró abandonada, tirada en el suelo “a la entrada de un callejón” con daños por valor de 50 euros.
Además del móvil y la reparación de la moto, el perjudicado reclamaba una indemnización por el perjuicio que le había provocado el suceso, ya que estuvo sometido a tratamiento psicológico afectado de un trastorno de estrés postraumático.

Una vuelta
Los acusados de haber robado la moto al joven, quienes en principio eran cuatro amigos (la Fiscalía retiró la acusación sobre dos de ellos) que estaban “entanados” en el barrio, afirmaron en todo momento que conocían al perjudicado “del colegio” y que fue él el que se paró a saludar. Tras esta parada, uno de ellos le pidió que les dejase la moto “para ir a comprar unos bocadillos”.
Tras mostrar alguna reticencia inicial, el perjudicado habría dejado voluntariamente la moto a dos de los acusados (siempre según la versión ofrecida por éstos), quedándose allí hablando con otro de los jóvenes (absuelto).
En ese momento, entró en escena el encapuchado, provocando la huida del joven que se había quedado hablando con la víctima y produciéndose entonces el que, supuestamente, fue el único robo de aquella noche, según la versión del grupo acusado de robar la moto.
Cuando los dos chicos que se habían ido en la moto volvieron “de comprar el bocata”, se encontraron al “chaval” “traumatizado en una esquina” y le devolvieron la moto, diciéndole que se fuera a casa y asegurándole que iban a “buscar” al individuo que le había robado.
Según los acusados, la víctima había cargado contra ellos “porque como no sabía quién había sido y la novia nos conoció, nos dijo que o aparecía el móvil o nos llevaba a todos para adelante”

Parchís
Según los integrantes del grupo de acusados, se enteraron de que el ladrón del móvil era otro joven, un vecino del barrio, cuando, al día siguiente “en confianza” le enseñó el móvil robado a uno de ellos.
“Le dijimos que lo devolviese, que si no lo hacía se nos iba a caer el pelo a todos, pero él dijo que si lo devolvía le pillaban a él”.
En contra de lo que afirmaban los integrantes del grupo acusado del robo de la moto, que le señalaban como autor del atraco a punta de pistola, el joven acusado del robo del móvil afirmó haber estado toda la noche “jugando al parchís” en su domicilio, acompañado de su hermana y dos amigas (que acudieron a declarar, a fin de corroborar la versión del acusado).
El joven, quien afirmó conocer a los otros acusados por ser “vecinos del barrio” declaró no entender por qué le habían “echado el muerto” y afirmó no tener ni idea de qué había ocurrido aquella noche en el lugar de los hechos, muy próximo a su domicilio.

Hasta cinco años
El Ministerio Fiscal, tras escuchar las declaraciones de acusados y perjudicado, interesó la libre absolución para dos de los acusados de haber robado la moto, toda vez que había quedado probado que no habían participado.
En cuanto a los acusados de robar la moto, el Ministerio Público pidió 2 años de prisión para el que conducía y tres años y medio al que iba de “paquete” (por constarle antecedentes penales por robo), ambos por un delito de robo con intimidación.
En cuanto al supuesto autor del atraco con el cuchillo y la pistola, la Fiscalía interesó para él una pena de prisión de 5 años más el pago de una indemnización por valor de 1.800 euros y de la responsabilidad civil por el móvil, valorado en 120 euros.

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Fernando Lamas Moreno

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