Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El Torreón del Vigía

¿Reformar la Constitución?

Como en aquella película norteamericana, el dilema casi se guarda en la cámara acorazada de un despacho para enviarla a una comisión o al Hemiciclo. El pasado viernes se abría también con luz y taquígrafos en el salón de actos del Colegio de Abogados de Melilla con Luis Cazorla, letrado de las Cortes y Catedrático, con su ponencia “¿Hacia una reforma constitucional?”. Partiendo del momento actual cuando tanto se está denostando el llamado régimen de la Transición dijo que hay cuatro opciones diferentes: no tocarla, reformarla, tocar algo, o ir a un proceso constituyente. De la primera, explicó que todo puede variarse.
Y en cuanto a reformarla, aunque con limitaciones, citó aquel Dictamen del Consejo de Estado del año 2.006 que se centraba en la igualdad de sexos también en la Corona; una mayor precisión en las Comunidades Autónomas y en la reforma del Senado. Cazorla Prieto recordó qué asuntos entrarían en la tercera opción… más derechos sociales, una profunda reforma de la Cámara Alta y de la Ley electoral o la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. Abrir un proceso constituyente supondría tirar abajo la Constitución. Argumentó que con la situación política actual de Cataluña sería un grave error esta última posibilidad más si cabe cuando la Ley de Leyes ha supuesto una estabilidad para todos los ciudadanos en estos cuarenta años. Se apoyó en los padres vivos de la Constitución, Herrero, Roca y Pérez Llorca para significar las reticencias a abrir un melón, sin saber exactamente que quiere hacerse. Para el Catedrático, la Carta Magna se puede mejorar y en base al consenso no se llegaría a un proceso constituyente. El cual si se abriría al reconocerse el derecho a decidir de las Comunidades Autónomas desmantelando a la propia Constitución. Para Cazorla uno de los valores más preciados que ha caracterizado a nuestro parlamentarismo desde 1.977 ha sido el del buen ambiente que, en general y salvo excepciones ha reinado entre actores tan dispares como su propia ideología. Este buen ambiente como ya publicó en un artículo en el diario “El País” equivale al aceite que facilita el correcto funcionamiento de todo motor: no se nota cuando está, pero, cuando no está o no lo hace en el grado necesario, antes o después estalla el problema. El decano, Blas Jesús Imbroda, como presentador del acto y en sus últimas palabras tras cerrar el turno de preguntas quiso destacar el avance que en derechos para todos ha supuesto la actual Ley Fundamental. El consenso, de nuevo y ahora reivindicado desde la sede del ICAME, es ese término español que practicado en esta tierra sigue siendo estudiado en tantas universidades de cualquier lugar del mundo.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€