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Ventana nacional

Pluralismo fuerte, democracia fuerte

Las eleccciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina, allá por la frontera primavera-verano, es decir, un medio año escaso. El avance de Ciudadanos anuncia posibles semicataclismos en la configuración del mapa político y territorial de este país, lo que puede suponer cambios de primer orden. Al tiempo llega la encuesta del CIS, que confirma el ascenso de Ciudadanos, su adelanto a Podemos y su ocupación del tercer puesto, relegando a los morados a la cuarta posición. El PP conserva el primer puesto, pero muy cerca del PSOE, que conserva también el suyo, la segunda posición. Lo más relevante puede ser el hecho de que el sondeo refleja el acortamiento drástico de las distancias, ya que los cuatro grandes partidos se mueven en el estrecho margen entre los 26*3 y los 19 puntos, es decir, estrecho de verdad.

Por supuesto que una consecuencia básica sería la imposibilidad total de que se formen mayorías absolutas, lo que por un lado complica la política española, pero por otro contribuye mucho al fortalecimiento de la democracia, uno de cuyos fundamentos es el reparto del poder frente a la concentración del mismo, obvia característica del sistema cuando tenemos mayorías absolutas, como en tiempos sucedió sobre todo con el PSOE y luego, una vez, con el PP, en el segundo mandato de José María Aznar. Ningún problema grave, sino todo lo contrario, con la marcada distribución del poder, como durante décadas se viene demostrando en muchos países europeos, con pocas excepciones, como pueden ser Reino Unido, Francia o Alemania.

Sin duda, la democracia se fortalece con la existencia de un pluralismo del corte que podría configurarse en España si estas previsiones del CIS se convierten en realidad. Cuando los pactos y coaliciones se hacen necesarios la democracia se afina, se ennoblece y se fortalece, y se hacen imposibles situaciones como las padecidas en España. Entre ellas, ese triste hecho que estos días se comenta: una Televisión pública en las manos y como finca particular del Gobierno, después de aquella breve y única experiencia de la modificación democratizadora del mundo televisivo por impulso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que duró muy poco y que ahora se trata de resucitar venturosamente.

Según la encuesta del CIS, el PP ganaría de nuevo las generales, pero muy disminuido, el PSOE conserva el segundo puesto con dignidad, Ciudadanos se consolida y Podemos se va al cuarto y último lugar. Todo sucede en el marco de un estrechamiento importante del marco o las diferencias evidentemente pequeñas entre los cuatro partidos, lo que garantiza una futura movilidad que evitará endiosamientos y facilitará los cambios. Ese panorama nos da más tranquilidad e incluso felicidad.

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