Desde el sindicato de educación CSIF hemos sido conscientes de la visita relámpago a nuestra ciudad del Ministro de Educación D. Iñigo Méndez de Vigo. Estuvo el viernes pasado según pudimos observar en la prensa local del sábado. Nos alegra que nos haya honrado con su visita, le damos las gracias y esperamos que haya disfrutado de nuestra gente y de la gastronomía, ambas cosas maravillosas.
Lamentamos que no nos haya podido dar unos minutos de su valioso tiempo a pesar de que los sindicatos seamos los representantes legales de los docentes. Nos habría encantado informarle sobre la situación de la educación en Melilla. La falta de construcciones de centros, los escasos recursos materiales y humanos… pero esto se lo perdonamos desde CSIF educación.
También sentimos que no haya visitado a los docentes para saber de primera mano en qué condiciones están trabajando. Nos habría gustado que pudiera observar las filas interminables de los alumnos de infantil (34 en algunos casos). Habría estado muy bien que hubiera observado cómo los docentes se dejan la garganta para sacar adelante a sus más de 30 alumnos y cómo hacen malabares para atender también a los alumnos con necesidades especiales que tienen en sus clases. Si, además de tener más de 30 alumnos, los grupos no son homogéneos. Hay varios grupos y cada uno con un ritmo de aprendizaje diferente. No habría estado mal que viera a los docentes mantener la disciplina en sus aulas masificadas con un número de alumnos que está por encima de lo que marca la ley. Desde CSIF podemos poner muchos más ejemplos pero no queremos robarle su tiempo tan preciado. Así pues, a pesar de perdonarle que no se haya reunido con los sindicatos no podemos perdonar el hecho de que no motive o aliente a sus trabajadores. Eso no tiene nombre. Por último, un fuerte abrazo y esperemos que vuelva a Melilla, pero esta vez que sea para hacer algo productivo que mejore en la medida de lo posible la calidad de la educación en Melilla.
