La Asociación Intercultura y el partido político “Los Verdes” han dicho que la "interculturalidad" de Melilla "es un engaño" que "vende el PP" y acusan al Ejecutivo melillense de mantener una “falsa interculturalidad” al tiempo que “compran las voluntades” de los musulmanes “con el dinero de todos”.
Intercultura y los Verdes, a través de sus líderes, Yonaida Selam y Toni Roderic, respectivamente, han emitido un comunicado conjunto en el que critican “la patraña de la interculturalidad” que “vende” el PP, “engaño” que queda al descubierto al considerar la gestión política del PP de Imbroda en los últimos meses; “por una parte intentan vender una supuesta política de interculturalidad -la zanahoria- y por otro continúan mostrando la cara más amarga del miedo al moro -el palo-”.
Es por ello que desde ambas formaciones consideran que el PP no ha salido de lo que llaman “su marrullería clientelar”.
Prueba de todo esto es la actual situación de la frontera de Melilla “con contínuas denuncias de melillenses imazighen sobre actuaciones de la policía alejadas de la legalidad y del respeto a los derechos humanos”, además del caos reinante en la misma, el “desastre” en la gestión del comercio, y las que consideran como “frecuentes actitudes racistas contra los niños a los que deberían tutelar” e “injuriosas” respuestas contra sus oponentes políticos que “nos retrotraen a las posiciones de Imbroda y los suyos en los años 85 y 86 en referencia a los derechos de los imazighen de la ciudad”. Para Intercultura y los Verdes la ideología del PP “no ha cambiado ni un ápice” desde los 80.
Yonaida Selam, presidenta de Intercultura, señala que “las recientes manifestaciones del mismo Imbroda pidiendo, en un alarde de crueldad, que no se les de comida ni mantas a los menores necesitados” o “las disparatadas declaraciones de Marín diciendo que las cuchillas instaladas en el puerto no causan ningún daño”, muestran claramente “la pérdida total de caridad” y el “gran racismo” del Gobierno.
En la misma línea, ambas asociaciones recuerdan la “vergonzosa” actuación del Gobierno durante la crisis de los borregos y acusan a Imbroda de “estimular su política de clientelismo” intentando “comprar las voluntades de algunos musulmanes con el dinero de todos”, a base de subvenciones “a dedo”.
Desde Intercultura y Los Verdes insisten en que ha llegado el momento que las fuerzas sociales, políticas, culturales, sindicales digan “basta ya”, y sean capaces de proponer, programar, idear y desarrollar una alternativa clara y rotunda para acabar con lo que consideran que es una situación “enfermiza y patológica” que lleva a la ciudad a un callejón sin salida.
