Melilla contará en un futuro a corto plazo con un Observatorio contra el Odio Lgtbfóbico que nace a iniciativa de la asociación Amlega y con el apoyo de la Consejería de Bienestar Social. Como primer paso ayer se presentó en la UNED la web que busca ser herramienta de contacto con la que recoger datos y ofrecer asesoramiento. Rafael Robles, presidente de Amlega dejó de manifiesto que no es baladí que Melilla pueda contar con un Observatorio para atender las necesidades del colectivo en la ciudad, en especial a los jóvenes y los demandantes de asilo por razones sexuales que son los que sufren de discriminación y violencia. El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, explicó que apoyó desde el primer momento la idea que le expuso Rafael Robles de crear este Observatorio contra el Odio Lgtbfóbico en Melilla porque considera que es "algo necesario" pensado en las personas que con diversidad sexual en Melilla. "Es el momento de ponerlo en marcha, porque hay que educar en todos los planos, entre ellos el de la diversidad sexual que es una realidad, porque se ha evolucionado con los tiempos hasta ver la normalidad que es hoy en día esa diversidad", dijo.
Considera el consejero que es preciso educar en valores de forma transversal a todos los niveles, tanto en la escuela, como en las familias y en la sociedad en general "para que deje de haber ese odio hacia las personas con una orientación sexual distinta". Afirmó en este sentido, que todas las inclinaciones sexuales "están normalizadas, son aceptables y respetables, y lo que pretende este observatorio es que ese odio vaya desapareciendo y se vea con mayor normalidad a las personas con diversidad sexual".
Ventura señaló que en Melilla también se dan estas situaciones de odio hacia el colectivo LGTB y que hay luchar para erradicarlo. "Debemos educarnos -dijo- para ver de una forma normalizada que cualquier persona con diversidad sexual puede mantener una relación sexual o de pareja, dentro de un orden y de los cánones que marca la sociedad, de una manera completamente normal, porque no ser heterosexual no es algo patológico, sucio ni malo, sino que entra dentro de la normalidad". Afirmó que queda mucho camino por recorrer, pero el Observatorio ayudará.
Por su parte Rafael Robles, presidente de la Asociación Amlega, explicó que ayer en la UNED presentaban el proyecto del Observatorio que aún carece de sede física, medios y recursos económicos y personales para actuar, pero sí que cuenta con una página web con el apoyo de la Consejería de Bienestar Social.
Robles destacó la sensibilidad del consejero con este proyecto, al que expusieron en su presentación lo que desde Amlega han venido comprobando hace años, como es el problema de discriminación, acoso escolar, agresiones y violencia que sufre el colectivo Lgtb en Melilla. La asociación, que no tiene recursos, es poco lo que puede hacer, aunque ha puesto en contacto a muchas de estas personas con los servicios jurídicos de la federación estatal a la que pertenecen. Aun así la ciudad precisa de medios para responder a estas situaciones, de ahí la creación del Observatorio que, en próximas convocatorias de ayuda, espera disponer de sede y del personal para dar "una atención integral" y ofrecer asesoramiento jurídico en casos de delitos de odio, pero también atender en el "ámbito de la salud y la educación".
Jóvenes e inmigrantes, las víctimas
Detalló que según las estadísticas sobre delitos de odio, "el colectivo LGTB es una de las principales víctimas" y por eso se hace "necesario que se ponga en marcha esta herramienta del Observatorio". Afirmó que es un proyecto "ambicioso" que empieza ahora con una web que "ayuda a recoger dato, visibilizar, y permite atender demandas del colectivo". Con este servicio "vamos a poder tener una atención más anclada en las necesidades de Melilla, donde el colectivo tiene unas características particulares", en especial cuando se habla de las personas que piden asilo por motivos de orientación sexual "que es un colectivo complejo al que atender".
De hecho reconoció que son los acogidos en el CETI las personas que demandan "tanto atención jurídica como psicológica, y además son casos sangrantes porque es difícil atenderles y hacemos lo que podemos". Por lo demás, dijo que en Melilla el colectivo LGTB, "dentro de lo que cabe, vive de una manera más o menos normalizada, aunque los jóvenes son los que tienen problemas, pero el colectivo más vulnerable, son los demandantes de asilo y los mayores".
