La Ciudad Autónoma de Melilla ha detectado una disminución de las entradas irregulares de menores extranjeros no acompañados en territorio nacional a través de los pasos fronterizos con Marruecos, ya que gran parte de estos niños y adolescentes acceden de forma legal para ser abandonados por sus familias. Así lo apuntó ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, antes de participar en una reunión de puesta en común en el despacho del presidente del Ejecutivo local, Juan José Imbroda. En declaraciones a los periodistas, Ventura admitió que ante estas prácticas, la Ciudad Autónoma, que posteriormente se hace cargo de la tutela de esos menores abandonados, no puede hacer nada debido a que su entrada en Melilla es legal, con pasaporte o tarjeta de residencia.
Respecto a los menores que entran de forma irregular, indicó que la Delegación del Gobierno en Melilla ya está poniendo los medios necesarios para detectar por dónde se producen esos accesos clandestinos y evitar que se puedan volver a producir.
Ventura explicó que los operativos policiales que se están desarrollando desde hace tres semanas para recoger a menores extranjeros no acompañados de las calles están influyendo de forma positiva en una bajada del número de inmigrantes que deambulan por la vía pública.
Esta medida también está provocando un cambio de perfil en las personas que llegan a los centros de acogida, así como en el número, ya que antes eran entre 30 y 40, muchos de ellos adultos haciéndose pasar por menores de edad, y ahora son entre 7 y 8, de los cuales realmente menores de edad son apenas la mitad.
La intención es que los que son realmente menores, se queden en los centros de acogida, para lo que será clave el trabajo de los educadores de calle. La Ciudad Autónoma acoge en estos momentos a unos 700 menores en sus centros de protección, de los cuales casi 500 están en el centro de La Purísima.
Puesta en común
Estas fueron las conclusiones de la puesta en común que celebraron ayer en el despacho de Imbroda, en el que también estuvieron el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, un director general de Bienestar Social, y los directores de los centros de menores de Melilla.
