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El rincón de Aranda

El bable es español, pero el chelja no

Un amigo asturiano, con gran arraigo en la Costa del Sol, hace años me decía que no se morirá sin que en su “Asturias Patria Querida”, se aprobara el “Bable” como lengua cooficial. Yo le daba toda la razón, porque en realidad así debiera ser. Como saben el “Bable” es un glotónimo: palabra que se descompone en glotta: lengua, y ónoma:
nombre, que es utilizado para referirse al idioma tradicional de la mayor parte del Principado de Asturias, nombre que recibe en Asturias, con la continuidad de lo que se habla tradicionalmente en León y Zamora, donde se denomina: “Leonés”, y en Miranda do Douro, en Portugal, el “Mirandés” donde es oficial en virtud de la Ley n.º 7/99, de 29.01.1999, de nuestra vecina y amiga República Portuguesa.
Sobre el “Chelja”, o “Tamazigth”, (como quieran llamarlo), hay quien desearía que fuese cooficial en nuestra ciudad, ya que está protegido por el Estatuto de la Ciudad Autónoma, pero habría que leerse lo que dice ese Estatuto en su art. 5º-H: “La promoción y estímulo de los valores de comprensión, respeto y aprecio de la pluralidad cultural y lingüística de la población melillense”. O sea, que estimula, comprende, respeta y aprecia la promoción de esa lengua, igual que todo lo que conlleva el folclore de nuestros vecinos: solo eso. Aunque mucha gente quieran introducirlo en la ciudad con un “calzador”, deben recordar que su origen es rifeño, o sea: marroquí.

Dicho esto, desearía que cuando alguien que represente a una determinada comunidad o entidad, para que no nos llamemos a engaño, debiera matizar y aclarar bien las palabras en sus declaraciones a la prensa, que no cuesta nada. Lo digo porque, sencillamente, hay que diferenciar lo que es español y lo que no lo es, y me explico: El Bable, es asturiano, por lo tanto español, y si algún día lo aprueban en el Principado, como lengua cooficial, pues nada: bienvenido sea para los astures, y con su pan, su fabada con tocino de cerdo, chorizo y morcilla, y su “sidrina”, se lo coman; pero el Chelja, como ¡NO ES ESPAÑOL!, deben aguantarse con la promoción, la comprensión, el estímulo, el respeto y el aprecio del País donde han sido acogidos sus hablantes: en este caso España.

Es mi opinión.

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