El Gobierno local admitió ayer que la transición hacia la administración electrónica en la Ciudad Autónoma ha generado a una serie de “problemas administrativos” que han dado lugar a que el periodo medio de pago a proveedores sobrepase en 50 días al que establece la ley. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, afirmó que el dato estadístico, que fija el periodo medio de pago en 80,22 días en el cuarto trimestre de 2017, “es cierto”, pero aclaró que ese no es el dato real, ya que en la actualidad, la Ciudad Autónoma tarda en pagar entre 15 días y un mes.
El problema, señaló Imbroda, “no es de pago” aunque la estadística refleje una tardanza de más de 80 días frente a los 30 que establece como máximo la ley, sino de duplicidad de facturas que se estaban tramitando por los cauces normales y que figuraban como “vivas” cuando en realidad “ya estaban pagadas”.
Estos problemas administrativos se están “depurando” en la Consejería de Hacienda, que ha confirmado a Imbroda que el periodo actual se sitúa entre 15 y 30 días y “esas facturas van bajando”, permitiendo una mejoría de los datos.
Por ello, aseguró que dentro de un mes, “como mucho”, se podrá ver “una caída fenomenal” en el plazo medio de pago a proveedores en la Ciudad Autónoma.
