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Díaz de Otazu deja el listón muy alto

Tan es la huella que deja Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu en la ciudad que sólo hay que mirar cómo se han volcado distintas organizaciones, asociaciones y entidades de diversa índole en su despedida como comandante general Hace algo menos de cuatro años, en agosto de 2014, Fernando Gutiérrez de Otazu regresaba a la ciudad para hacerse con la máxima responsabilidad militar como comandante general de Melilla, después de un periodo anterior en el que ya estuvo al Mando del Estado Mayor de la COMGEMEL entre julio de 2008 a noviembre de 2010.

Durante todo este tiempo, el alto mando ha sabido ganarse no solo el respeto y la confianza de los melillenses, sino también su cariño, por su cercanía, su saber estar, sus atenciones y en definitiva, su presencia constante en todos los eventos que se han celebrado, por muy insignificante que fueran. Pero si insignificante era para los demás, no para el general de división, que honraba con su presencia a la más humilde de las asociaciones.

Tan es la huella que deja Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu en la ciudad que sólo hay que mirar cómo se han volcado distintas organizaciones, asociaciones y entidades de diversa índole en su despedida como comandante general de Melilla, que será efectiva este 4 de marzo, al que han ofrecido infinidad de homenajes.

Pero no sólo está su cercanía y carácter abierto. También estamos ante uno de los militares con mejores currículums. El general Díaz Otazu nació en Bilbao (Vizcaya), ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza en julio de 1975 como miembro de la XXXV Promoción. Al ascender a Teniente su primer destino fue la Bandera Roger de Flor, I de Paracaidistas. En el empleo de Capitán fue destinado al Regimiento de Infantería Garellano 45, en Bilbao, regresando en 1985 a unidades de la Brigada Paracaidista, donde ha permanecido gran parte de su carrera militar.

En junio de 1994, tras finalizar el Curso de Estado Mayor, fue destinado al Estado Mayor de la Fuerza de Acción Rápida. En julio de 1999 fue ascendido a Teniente Coronel y destinado al Cuartel General del Cuerpo de Ejército de Reacción Rápida del Mando Aliado en Europa de la OTAN (ARRC). De julio de 2002 a julio de 2004 prestó sus servicios como Oficial de Estado Mayor de la Sección de Planes de Fuerza de la División de Planes del Estado Mayor de la Defensa en Madrid.

De 2004 a 2006 ejerció el Mando del Grupo de Lanzamiento y Aerotransporte Paracaidista, en donde ascendió a Coronel en 2006, habiendo sumado un total de 350 saltos en su etapa profesional en la Brigada Paracaidista. De julio de 2006 a julio de 2008 estuvo destinado en el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa. De julio de 2008 a noviembre del 2010 desempeñó sus cometidos como Jefe de Estado Mayor de la Comandancia General de Melilla.

En marzo de 2011 fue promovido al empleo de General de Brigada y el 21 de marzo se hizo cargo del Mando de la Brigada de Infantería Mecanizada "Extremadura" XI en Bótoa, Badajoz. En agosto de 2013 fue designado, a propuesta de España, por el Secretario General de las Naciones Unidas, como Consejero Principal del Presidente de la República de Guinea para la Reforma del Sector de Seguridad en dicho país, por un período de 10 meses que finalizó en junio de 2014. El 24 de junio fue promovido al empleo de General de División del Ejército de Tierra.

Habla español, inglés y francés y tiene nociones de alemán. Es Caballero de la Orden de San Hermenegildo en la categoría de Gran Cruz y ha sido condecorado con la Gran Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco, cinco Cruces al Mérito Militar con distintivo blanco, Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, Medalla de la ONU en Angola, la Antigua Yugoslavia y Líbano y Medalla de la OTAN en Kosovo, Medalla Nacional del Cedro en grado de Caballero de Líbano y Medalla de Comendador de la Orden del Mérito Nacional de la República de Guinea.

Como vemos, militares de su talla hay muy pocos. La pena es que su etapa en Melilla como comandante general está llegando a su fin y ciertamente, como titulamos este Editorial, deja el listón muy alto.

Muchas gracias, mi general por su servicio a nuestra ciudad.

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