El conjunto melillense se perdió tras un excelente primer cuarto. A los de Alcoba les faltó contundencia, actitud y juego de equipo. Aparecieron las individualidades, que mantuvieron vivo al equipo azulón en el marcador hasta el cuarto final, pero cada uno hizo la guerra por su cuenta. El Sammic Hostelería tuvo más fe y actitud que su rival y, a base de un excelente trabajo defensivo, fue de menos a más hasta encontrar la llave de la victoria en el último cuarto, con un quinteto que defendió a muerte y secó por completo el juego exterior de los de melillenses.
La superioridad en el rebote permitió al Sammic Hostelería imponerse al Melilla Baloncesto (71-67), en un encuentro en el que los melillenses fueron por delante en el marcador hasta el minuto 31. La buena defensa de los locales y el acierto de Vucetic dejaron fuera de juego a los de Alejandro Alcoba, que no supieron reaccionar.
Los locales se jugaban mucho y salieron a por todas, defendiendo con uñas y dientes ante un decano que tardó casi dos minutos en anotar su primera canasta. Más problemas tenían los vascos en ataque, aunque aguantaron el tirón hasta el ecuador de este cuarto inaugural, cuando el primer triple de nuestro representante, obra de Pablo Almazán, daba a los visitantes la primera ventaja considerable del partido (4-8).
La intensidad defensiva de unos y de otros seguía marcando la tónica del choque y las canastas llegaban con cuenta gotas. A falta de 2’34 un robo y una bandeja de Miki Servera ponía el 6-12 en el electrónico y obligaba al técnico azpeitiarra a pedir un tiempo muerto.
A partir de ahí la maquinaria del Melilla Baloncesto entró en funcionamiento. Los de Alcoba lograban por fin dominar el rebote, así como sacaban provecho de los balones perdidos y de las canastas erradas por su rival. Los melillenses metían la directa de la mano de Mamadou Samb, que, con ocho puntos en la recta final, colocaba el 8-22 al término de este periodo.
Pero el Sammic Hostelería reaccionó en el segundo acto, firmando en apenas dos minutos un parcial de 8-0 que le volvía a meter en la contienda (16-22). Ahora era Alejandro Alcoba el que tenía que parar el partido en busca de soluciones. A la vuelta, Dani Rodríguez terminaba con la sequía melillense con cuatro puntos consecutivos que les colocaban de nuevo diez arriba en el luminoso (16-26).
Los de Azpeitia no bajaban los brazos, habían conseguido corregir sus pérdidas de balón y seguían apretando en defensa, evitando que el Melilla Baloncesto se sintiese cómodo y que tirase desde el exterior, y eso les mantenía en el encuentro (24-30, minuto 18). Edu Durán daba aire a los azulones con el primer triple del segundo cuarto, aunque los locales replicaban y ponían el 28-35 al descanso.
Dos lanzamientos de tres casi consecutivos de Edu Durán y Dani Rodriguez elevaban la renta melillense hasta los doce puntos al inicio del tercer asalto (30-42, a 7’34”). Pero el Sammic Hostelería no bajaba los brazos y, a base de defensa, se metía otra vez en el partido para llegar al cuarto decisivo con solo tres puntos de desventaja (47-50).
La remontada local no se quedó ahí, y dos canastas de Vucetic en el arranque del último periodo le daban la vuelta al marcador (51-50). Pablo Almazán rompía la sequía de los visitantes, pero la alegría les duraba poco. Los de Alejandro Alcoba no conseguían sacudirse la presión de un conjunto vasco que encontraba, además, el acierto exterior que no le había acompañado hasta el momento (57-52, a 5’40” del final).
El Melilla Baloncesto se encomendaba a Pablo Almazán y lograba empatar a poco mas de tres minutos de la conclusión (59-59), pero cinco puntos consecutivos de Vucetic volvían a abrir brecha (68-63) y, a partir de ahí, ya los locales no cedieron terreno (71-67).
Lorenzo Encinas: “Nuestro rebote fue espectacular y ahí estuvo la clave”
Lorenzo Encinas, técnico del Sammic Hostelería, aseguraba en rueda de prensa que su equipo “cree en lo que hace y está ganando confianza, aunque el primer cuarto resultó malo por nuestra parte. Pero luego lo hablamos y, poco a poco, nos metimos en el partido, sabíamos que el Melilla Baloncesto volvería a dar el arreón, pero nuestro rebote fue espectacular y ahí estuvo la clave. Llevábamos toda la semana insistiendo en eso y lo hicimos, y eso me hace estar muy contento. Y luego al final encontramos un quinteto que se pegó bien atrás y cortó el juego del decano. Darle la vuelta a un equipo como el melillense es increíble y estoy muy contento por el equipo”, afirmó un satisfecho entrenador del conjunto azpeitiarra.
Alejandro Alcoba: “Somos ahora mismo un equipo sin ganas”
Alejandro Alcoba estaba especialmente enfadado con los suyos, tras la derrota de ayer y se mostró contundente: “Hemos reflejado lo que somos ahora mismo, un equipo sin ganas y que acumula dos malas semanas de entrenamiento, justo desde el choque del Breogán, siendo poco exigentes con nosotros mismos. La victoria contra el Clavijo en casa fue un parche y no estamos al nivel que queremos. En el primer cuarto fuimos el conjunto que debemos ser, pero luego no. Todo lo que no sea estar a nivel del primer acto es, con perdón, tocarse los h… Ahora mismo necesito que la gente reaccione y que se ponga las pilas, yo el primero, porque con este ánimo y esta actitud no se puede. Yo soy el primer responsable, pero hay cosas a las que no hay derecho y estoy bastante cabreado. Yo estoy aquí para luchar por el ascenso, no estoy para cumplir el expediente”, concluyó un contrariado entrenador melillense.
