Hemos sorprendido a la capacidad de asimilar el entendiendo hacia la razón, lo cual, nos depara un vacío en la mente que nos lleva a creernos estamos entre la idiotez o la imbecilidad, lo que no es lo mismo aunque se "rocen"; sobre todo en el campo socio político. Qué diferencia hay, entre devolver a los de las Chafarinas a Marruecos (si la información dada es la correcta) y la de no devolver a toda la panda de menas (y no digan que se criminaliza porque es lo que hay) que, entre aspirar de una bolsa de plástico colocándose por falta de oxigeno o hacerlo de un tubo de pegamento por aquello del tolueno, cuando éstos últimos descaradamente desafían, no sólo a nuestras leyes y a nuestras fronteras, sean vallas o puertas, sino que encima buscan atisbo de provocación en la calle, no es ajena la acción de tomar la calle o cegar la acera sin ánimo de (por educación) desvío y sí provocar seas tú el que muestres (la mujer o ancianidad) la debilidad tomando la iniciativa del miedo, dada sobre todo la "pinta" que llevan o tienen, sabiendo lo que pudiera ocurrir. SI ENCIMA los ven con "la bolsa de plástico" en globo, aspirado y espirando, entonces sólo entonces, tienes que tomar una rápida decisión, pase lo que pase, unos como bienandante se apartan y otros como yo harto de tanto camelo de un humanismo liberal, seguimos nuestra dirección. Ya no pensamos que críos con 14 años son o pueden serlo, no solo dañinos y desaprensivos, sino agresivos, algo tan característico dentro del clima que hoy en día estamos viviendo. Desde el abuso sexual, pederastia e influencias televisivas de lobby gai dando naturaleza a lo que no la tiene (e incitando al juego camino de la ludopatía), todo ello como algo inaudito más aún en menores de 14 años e incluso 12, siéndoles lo mismo lo masculino que lo femenino o viceversa, forzando el derecho del más débil en minoría. Donde la tolerancia en exceso como muestra la Ley del Menor hace que cada vez se pierdan más las formas y maneras y donde la moral de convivencia y educación se hace invisible, da lugar a que el humanismo lo sintamos ridículo, aunque los que viven y se alimentan de tales empleos lo alaben como fariseos (hipócritas) a pesar de que sus "padres o abuelos" paguen la consecuencia de su tarambánica mentalidad sin mirar el día de mañana. Una Nación con la tradición de España no puede llegar a tanta incapacidad mental que, hace se destruya así misma. Cada Nación debe de mirar por los suyos ante todo, y no se puede tolerar, digan las logias de la ONU o UE que África es hasta los Pirineos, esto lo decían antes (1900) y lo siguen creyendo después, hoy. Tampoco nos sirve que por religión tengamos que ir abocados a nuestra propia perdida de idiosincrasia nacional, porque estaríamos cayendo hacia una posibilidad de guerra de los Balkanes. Y voy a ser más concreto y les pregunto a ustedes los cambalanchistas político sociales, no recuerdan cuando los Patrick Lumumba, Sékuo Touré, kwame No Krumah, Thomsbé o Macías Nguema clamaban aquello de ¡África para los africanos! ¡Blancos fuera! ¿Por qué ahora llevamos años recibiendo y acogiéndolos en mejor condición que a nuestros "transeúntes" y parados o desahuciados por estafa, faltos de tanto, sobrantes de hambre y exentos de ayudas como las que se les dan oportunistamente a los que piden de todo y no han dado nada de nada a éste País, viniendo de allende mares o cordilleras? Acaso los nuestros de abolengo e historia españoles están con las muñecas encadenadas o habrá que volver a los Auxilios Sociales por causa de nuevas fuentes de Planes de Seguros con ganas de cargarse la Seguridad Social y en consecuencia las Jubilaciones y más medicamentos y atenciones sanitarias ¿A dónde vamos a llegar? Cuando lo que sobra por demostrado son políticos que, no les importa romper España o embadurnarse de euros y veranear en Bruselas a cargo del pueblo o de lo afanado de mala manera, debiendo de estar la mitad en Extremera. Trucks y lobbys incluidos.
La Naciones deben de gobernar para sus hijos, y aquí no cabe el golpe de pecho. La hipocresía fuera del poder… ¿A quién votar? Seamos prácticos y purifiquemos la política y la moral nacional, no podemos dejar de nuestra historia y nuestras costumbres; pensemos.
S.E. ú O.
