El delegado del Gobierno, Abdelmnalik el Barkani, señaló ayer que el incremento que se ha registrado en el mes de febrero en el número de inmigrantes que ha accedido a la ciudad, que supera en un 114,47% a las cifras del mismo periodo del pasado año, está protagonizado por personas que piden protección internacional, es decir, los demandantes de asilo político en nuestro país. El balance provisional de inmigración irregular de este año publicado por el Ministerio del Interior, recoge que al cierre de febrero Melilla contabilizaba 1.141 entradas irregulares, un 114,47% más respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se registraron un total de 532. En concreto, son 609 inmigrantes más en los dos primeros meses de 2018, lo que supone un notable incremento.
En declaraciones a los periodistas, el representante gubernativo señaló que se trata de "un incremento motivado por las personas que piden protección internacional", y afirmó que no sólo en 2015 con la creación de la Oficina de Asilo, sino que ya con anterioridad, Melilla "ha sabido estar a la altura" en la atención del fenómeno migratorio.
Dijo que la Guardia Civil "es consciente de que tenemos que controlar nuestra frontera, que la inmigración económica tiene que ser regulara por el bien de todas las partes, pero que hay gente que huye de conflictos bélicos o es perseguida por diversas cuestiones y Melilla ha sabido compaginar esas cosas, por eso digo que a la Guardia Civil no hay que darle muchas clases de derechos humanos porque lo tiene asumido como cuerpo benemérito".
Frontera
Preguntado sobre el encuentro que sobre control fronterizo se celebró el viernes en su despacho, indicó que responde a una de las reuniones rutinarias que se llevan a cabo de puesta en común con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la Consejería de Ciudadana pero "también participó un representante de la plataforma de comerciantes de la ciudad porque queremos oír, saber si hay alguna disfunción que se pueda exponer e intentar mejorarla".
Reconoció que aunque este asunto del control fronterizo puede suscitar críticas que asume, indicó que no hay que olvidar la situación que se vivía en los puestos, en especial en Beni Enzar, hace cuatro meses. "Ahora los problemas que tiene son otros y los tenemos que solucionar, porque queremos una frontera que permita el intercambio entre dos países en las mejores condiciones".
Entiende que deben hacerse análisis "ponderados y razonables, porque hay que conjugar seguridad con fluidez". Por ese motivo reiteró su apoyo a los Cuerpos de Seguridad del Estado "en ese difícil desempeño, no sólo en materia de control de la inmigración, sino en la frontera, porque conozco esas dificultades enormes y entre todos, debemos ir a mejorarlas".
Tampoco comparte, en este sentido, que desde CPM se califique "de jaula" la situación de la frontera "cuando se ha hecho una magnífica obra de infraestructura en Beni Enzar". Se pregunta si es que los cepemistas "no se acuerdan cómo estaba la frontera hace diez años cuando eran socios de Gobierno del PSOE o es que no tienen memoria histórica". Dio la bienvenida "a cualquier propuesta razonable en el seno de una mesa de trabajo, pero lo que no me gusta es que haya demagogia en un tema tan serio como este", apostilló.
