La Autoridad Portuaria construirá una caseta de vigilancia en el paseo del espaldón del puerto comercial de Melilla, que se prevé entre en servicio en el plazo de cuatro meses, al objeto de reducir los intentos de acceso de inmigrantes irregulares. El presidente del ente, Miguel Marín, explica que el precio de licitación es de 96.500 euros, que se ubicará en el espacio donde se da el 90% de las intrusiones ilegales al recinto portuario y que la idea es que esté operativa "antes de que termine el verano". Ocupará una superficie de 27 metros cuadrados, se utilizará hormigón armado en su creación para soportar los envites de los temporales, contará con amplios ventanales para facilitar la vigilancia que estarán rematados con rejas y cristales antibalas, y en el interior contará con un aseo y oficinas diferencias para Guardia Civil y policía portuaria.
Afirma Marín que esta es una de las "actuaciones más importantes" en cuanto a los trabajos que viene realizando la Autoridad Portuaria en los últimos meses en este recinto "con el fin de reducir las incursiones que se producen en el puerto" de inmigrantes irregulares.
Entre esas actuaciones en materia anti intrusión que se vienen implementando en los últimos meses se encuentra el aumento de las vallas exteriores, la renovación del vallado del puerto y la instalación de nuevas concertinas, a las que se sumará esta caseta de vigilancia con la que "damos un paso importante hacia el objetivo de blindar el puerto".
Afirmó Marín que una de las consecuencias directa de estas medidas, es que los melillenses podrán recuperar para su disfrute el paseo del espaldón del puerto. "Es un paseo precioso, muy agradable, con vistas espectaculares y tiene un subpaseo que vamos a recuperar. Esa caseta además de proteger el puerto de entradas ilegales, va a permitir también ofrecer protección a las personas que paseen por esta zona", dijo.
Bajan las entradas
Aseguró el director de la Autoridad Portuaria que estas medidas de control están teniendo una clara incidencia aun cuando no han finalizado y es que si en enero se contabilizaron 3.122 entradas de inmigrantes al recinto portuario, en febrero la cifra se ha recudido a 1.700, lo que supone una disminución del 43%, por lo tanto, estas acciones "están teniendo un efecto positivo".
Por ese motivo llega a la conclusión que una vez finalicen las actuaciones previstas, se logrará que el de Melilla "sea un puerto blindado de cara a impedir que aquellas personas que quieran entrar ilegalmente no puedan hacerlo", manifestó.
