Los azulones mejoraron su actitud, sobre todo en defensa, respecto al partido de la pasada jornada, aunque los errores desde la línea de personal (14 fallos) acabaron condenando a los de Alejandro Alcoba. El Melilla Baloncesto encadenó ayer su tercera derrota consecutiva, tras perder frente al Unión Financiera Baloncesto Oviedo por un ajustado 61-64. Los melillenses mejoraron su actitud, sobre todo en defensa, respecto al partido de la pasada jornada, aunque los errores desde la línea de personal (14 fallos) acabaron condenando a los de Alejandro Alcoba.
Lo cierto es que el encuentro no arrancaba ya nada bien para los melillenses, dado que encajaban un 0-8 de salida, merced a varias pérdidas de balón y a la falta de acierto bajo los tableros. De este modo, los locales tardarían prácticamente cuatro minutos en inaugurar su casillero de puntos, algo que lograría Fran Guerra. A partir de ese instante, los de Alejandro Alcoba comenzaron a mejorar sus números, consiguiendo firmar un 9-0 para situarse por delante en el electrónico (9-8), a poco más de tres minutos del final del primer acto.
De aquí a la conclusión de este periodo se produjo un intercambio de canastas, del que parecieron salir más beneficiados los ovetenses, puesto que al término de estos primeros diez minutos dominaban en el luminoso aunque por un solo punto (16-17), tras un 2+1 de Chema González.
El segundo acto se desarrolló de forma casi idéntica al anterior, con las defensas imponiéndose a los ataques. Mamadou Samb anotaba la primera canasta, encontrando respuesta por parte de Chema González. Ambos equipos fueron alternándose en el mando del marcador hasta que los de Alejandro Alcoba pudieron ampliar su renta a los cinco puntos (30-25), mediado este cuarto, obligando al técnico Carles Marco a solicitar un tiempo muerto.
El parón les vino bien a los asturianos, que serían capaces de darle la vuelta al electrónico justo al intermedio (36-37), con un parcial de 6-12.
El tercer asalto no resultó nada vistoso para los aficionados que se acercaron al Pabellón Javier Imbroda y para los espectadores que siguieron el choque por la televisión, con escasez de puntos y numerosos errores en los lanzamientos de campo por parte y parte, lo que quedó reflejado en el parcial de este tercer cuarto (10-15). Mouhamed Barro fue el primero en encestar, respondiendo Pablo Almazán. Los visitantes llevaron la iniciativa en el electrónico en los primeros minutos, disponiendo de cuatro puntos de ventaja (38-42), una renta que aumentarían a seis (46-52), con sendas canastas de Víctor Pérez y Belemene, a la conclusión de este periodo.
Los azulones comenzaban de manera inmejorable el último cuarto, ya que lo hacían con un triple de Juan Rubio. Sin embargo, la respuesta de los de Carles Marco fue contundente, toda vez que firmaban un 0-7 que les disparaba en el luminoso (49-59), con unos siete minutos por disputarse. Alejandro Alcoba tuvo que parar el encuentro para intentar cambiar la dinámica del mismo, algo que no conseguiría, entre otros aspectos, por los errores de sus jugadores en los tiros libres. No en vano, Diego Kapelan fallaba dos en un momento determinante del partido.
Pese a todo, y cuando parecía que peor pintaban las cosas para el decano con 53-62 en el marcador y con solo dos minutos por jugarse, el Melilla Baloncesto se metió en la contienda con dos lanzamientos convertidos desde más allá de la línea de 6’75, a cargo de Kapelan y de Filip Djuran (59-62), a 1’02”. Víctor Pérez anotaba, segundos después, dos tiros libres (59-64) y Fran Guerra establecía el definitivo 61-64. Pablo Almazán tuvo la opción de forzar la prórroga sobre la bocina pero el balón no quiso entrar.
