El Gobierno de Melilla aprovechará la visita a la ciudad del representante especial del secretario general del Consejo de Europa sobre migraciones y refugiados, Tomas Bocek, para pedirle que hable con Marruecos sobre los menores inmigrantes que proceden de ese país, además de una política común de inmigración.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, subrayó que la presión migratoria y asistencial que sufre Melilla por parte de los menores extranjeros no acompañados, acogiendo a medio millar en su centro de protección, se debe a que está ubicada en la frontera con África. No obstante, recordó el carácter europeo de dicha frontera.
“Esta es la frontera de Europa en África. Así que el Consejo de Europa debe motivarse y ayudarnos”, aseveró Imbroda, que dijo estar “deseando ver” de qué manera va a contribuir este órgano internacional a Melilla, que es “una ciudad europea”.
“Que negocie en nuestro nombre y hable en nombre de los estados europeos”, pidió el presidente de Melilla para defender que haya una política común en inmigración para abordar este fenómeno que está “sobre la mesa” de algunos de sus territorios.
Imbroda se mostró “encantado” de que el representante del Consejo de Europa viaje a Melilla para abordar la problemática de los menores extranjeros no acompañados y no sólo la inmigración adulta.
A su juicio, es necesario que este organismo “se preocupe y se motive” y que “dé salidas” a los territorios que sufren este problema, ya que “son niños que tienen todo el derecho del mundo, pero son extranjeros, son niños inmigrantes, menores no acompañados”, recordó
