Escribo este artículo precisamente, porque la semana pasada leí que la Ciudad Autónoma, mediante su consejera de Asuntos Sociales, Carmina Sanmartín, tuvo una reunión con los portavoces de las asociaciones de vecinos de Melilla. La reunión fue para pedir cuentas en lo que atañe a las subvenciones y también para ver los problemas que tienen los diferentes barrios de la ciudad. Lo cierto es que me llevé una alegría. Ya que las asociaciones vecinales no solo están para mantener unidos a los vecinos, sino para mantenerlos unidos en todos sus problemas. Es un medio institucional que puede y debe fomentar la cultura en la vecindad, las buenas costumbres, la cercanía entre las personas y también constituye, desde mi perspectiva, la unión básica y esencial entre los poderes políticos y los ciudadanos.
Creo sinceramente que no existe un medio más apropiado de evaluar al partido político que nos gobierna que las atenciones y el servicio que le presta el gobierno municipal a sus vecinos. Ellos pueden reflexionar durante cuatro años si han sido bien atendidos o no. Por eso, siempre fui un gran defensor de este tipo de asociaciones. Pienso que sin ellas realmente no existe la democracia.
Votar cada cuatro años para ver quién quien nos gobierna, no significa que el pueblo tenga el poder. El pueblo solo puede elegir. Pero para participar en la gobernabilidad, hay que implicarse en ella y no solo a nivel político. Participar en las Asociaciones de Padres y Madres en los consejos escolares, en las AA.VV. y tener voz y voto dentro de las mismas, son cosas que impulsan a quien administra en dinero de todos y es también lo que les hace ver y conocer, "dia a día" las necesidades de la ciudadanía…Un programa de Gobierno sin estar en contacto con las Asociaciones de Vecinos me recuerda a aquellos planes "quinquenales" que se hacían en la antigua URSS, donde se planificaba lo que se iba a producir cada cinco años. (Menuda estupidez; como si se supiera el número de medicinas que hay que producir, de ropa o de comida…aquella gente tenía que preveer cuanta gente iba a nacer, cuanta gente iba a enfermar cinco años mediante) Pues esto es prácticamente lo mismo, de otra manera y menos disparatado.
Veo que la Ciudad Autónoma está haciendo sus pinitos en lo que concierne a este tema y el caso es que me siento bien de verlo en los periódicos. Ahora lo importante es que haga también lo posible para solucionar esas necesidades demandadas por los vecinos de nuestra ciudad y si la idea resulta, que se extienda a todo el territorio nacional. Porque de no ser así, podríamos tener nuevos partidos o nuevas políticas populistas que encandilen a la gente…Y yo creo que cuando las cosas se hacen bien, nunca hay necesidad de ello. O al menos desde mi perspectiva, es así.
