El pésimo primer tiempo melillense, con 55 puntos en contra, lastró cualquier atisbo de victoria en el mítico Pisuerga. Además, las tres faltas personales de Fran Guerra, en apenas ocho minutos en cancha,a permitieron a los pívots vallisoletanos campar a sus anchas. El acierto desde la línea de 6.75 del equipo vallisoletano fue extraordinario. Un porcentaje superior al 60%. A Pisuerga volvieron los mates, los rebotes espectaculares, las carreras y el acierto desde la línea de 6,75. Este Carramimbre llega a la recta final en un estado de forma maravilloso.
El Melilla Baloncesto confirmó las malas sensaciones que había ofrecido en las últimas jornadas con una dolorosa derrota en Valladolid, donde en ningún momento tuvo oportunidades y que llegó a ir perdiendo por 32 puntos. Un horroroso primer tiempo valió para que los de Alejandro Alcoba fueran a remolque durante todo el choque.
Sin intensidad defensiva, con errores en los lanzamientos y, sobre todo, apabullados por un rival que fue una máquina perfecta de anotar, sobre todo desde la línea de 6,75, convirtiendo 14 lanzamientos de 22 intentos. El conjunto azulón -ayer de blanco- fue un juguete y perdió hasta el basketaverage porque en nuestra ciudad ganaba por 17 puntos. Al final, los pucelanos se impusieron por 95-70.
El partido no pudo empezar peor para los intereses visitantes. Un arrollador Carramimbre Ciudad de Valladolid pasó por encima con un juego brillante, vistoso y efectivo. A los locales les entraron desde todas las posiciones. Un parcial de 12-2 provocó que con solo tres minutos Alejandro Alcoba tuviera que pedir el primer tiempo muerto. Fran Guerra y Javi Lucas, los dos hombres interiores pagaron los platos rotos, pero la entrada de Mamadou Samb y Massine Fall apenas cambió nada, porque el equipo estaba errático y fuera de sí con malas elecciones en los tiros y una floja defensa.
Un nuevo tiempo muerto en el minuto 6 (19-4) y otro parcial de 12-9 evidenció que el decano había regalado todo el primer acto (31-13).
El segundo cuarto prosiguió con la misma dinámica. El Carramimbre se gustaba al ritmo que imponía su base Wade- Chatman. El Melilla Baloncesto era un cúmulo de nervios y de desesperación, no teniendo ritmo en las acciones y solo sumaba en jugadas aisladas desde el perímetro, gracias a Edu Durán. A las tres faltas personales de Fran Guerra se unió una falta técnica a Alejandro Alcoba, que estaba desesperado en el banquillo porque la diferencia se fue hasta los 26 puntos (46-20). El equipo de Paco García tenía en sus manos a un débil y sin ideas rival, que rompió su defensa en zona a base de triples para irse al descanso con un sonrojante 55-29. De lo peor en toda la temporada. Basta con comprobar que la valoración en el intermedio era de 77-14.
Lo mejor de los melillenses fueron los dos primeros minutos del arranque del tercer cuarto. Una canasta de Fran Guerra y otro triple de Edu Durán permitieron un 0-5 que rápidamente fue contestado por tres triples consecutivos de los vallisoletanos, que elevaron la ventaja hasta los 30 puntos. Picados en su orgullo, fue el acicate que necesitaban los visitantes para, al menos, mejorar la imagen, ya que después lograron un parcial de 0-8 que les sirvió para que la derrota no fuera tan abultada.
Los de Alejandro Alcoba mejoraron en intensidad defensiva y en actitud, aunque más por demérito del rival que por ganas de los melillenses. Sin embargo, cualquier atisbo de honra era frenado por el exagerado acierto local desde la zona de tres. El último periodo no sirvió más que para comprobar que este Melilla Baloncesto ha sufrido un golpe moral muy fuerte y que necesita recuperarse cuanto antes. Al término de los cuarenta minutos se llegó con un contundente 95-70, en el electrónico del Polideportivo Pisuerga, favorable al CBC Valladolid.P
Paco García: “Pudimos ver a la filarmónica del CBC Carramimbre”
El técnico del CBC Valladolid estaba radiante, asegurando que se había visto ayer “la filarmónica del Carramimbre”. El vallisoletano calificó el choque de esos “que a uno le hacen sentirse orgulloso con su trabajo como entrenador”. De igual modo, hizo hincapié en que “ganar de 20 puntos es la consecuencia de hacer muy bien muchas cosas, el rival luchó para que la diferencia no fuera demasiado vergonzante”. Paco García cree también que su equipo llega en un “buen momento” a la recta final, algo que ya ocurrió el pasado año. Por último, el preparador pucelano se mostró orgulloso del ambiente del pabellón.
A este respecto se refería igualmente, en su rueda de prensa, su homólogo del Melilla Baloncesto, quien daba la enhorabuena al rival por “meter 3.000 personas y vivir este ambiente de baloncesto”.
Alejandro Alcoba: “Así nuestro camino en los play off será corto”
Alejandro Alcoba se mostró muy disgustado con el rendimiento de su equipo. “Es una historia que se repite, no creo que ninguno no haya querido, pero no somos duros mentalmente. El primer parcial fue definitivo, somos tan débiles que ni con dos tiempos muertos fuimos capaces de frenar a un rival que sabíamos cuáles eran sus armas”. El melillense está preocupado por la imagen ofrecida en los últimos encuentros. “Ha sido un querer y no poder. Somos un equipo que no está bien, no hay que ser muy avispado. Así, el camino en el play off no va ser muy largo. Solo nos queda trabajar”. Además, el técnico del Melilla Baloncesto añadió que se siente “responsable” de la abultada derrota, porque no supo cortar los errores, y también criticó a unos árbitros que “se sumaron a la fiesta”.
