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El tiempo y Melilla arropan la salida de “La Sentencia” en el Lunes Santo

Tribuna de autoridades
(Autor: Guerrero)

El viento se tomó una merecida tregua y los melillenses pudieron disfrutar oficialmente de la Semana Santa local con la salida procesional de "La Sentencia", la bellísima talla de la Cofradía del Nazareno, la más antigua de la ciudad. A las ocho y cuarto de la tarde el cornetín de órdenes daba la bienvenida a la salida del trono del interior de la plaza de toros. La marcha real, como marca el protocolo, rindió honores al paso del Santísimo Cristo de la Sentencia, bajo los aplausos de los cientos de melillenses congregados en la Plaza Velázquez. 'La Sentencia' volvió a ser procesionada con el paso de estilo sevillano, en el que una cuadrilla perfectamente coordinada, se encargó de conducirla a lo largo del recorrido, imprimiendo en sus coreografías medidas, un ritmo vivo o lento, rememorando así el difícil y fatigoso caminar de un Jesús maniatado, en dirección a su flagelación y crucifixión.

Chicotás
Con el calor de los centenares de melillenses presentes se iniciaba la estación de penitencia de la Cofradía decana de la ciudad en su Semana Santa número 521, y lo hizo además, con su Banda de Cornetas y Tambores del Nazareno, que estrenó para la ocasión, distintas piezas de gran belleza con la que los 40 hombres de la cuadrilla de "La Sentencia", demostraron la maestría alcanzada con los meses de ensayo. Y es que según el toque de los tambores o las subidas del ritmo de la pieza musical, ellos o apaciguaban su andar y la cadencia del paso, o le imprimían más fuerza, o lo mecían, demostrando que en Melilla también se saben hacer las famosas "chicotás", una perfecta y coordinada danza en la que música y el paso al estilo sevillano se unen para dar a la noche del Lunes Santo un sabor especial.

La Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno en su Dulce Nombre, ofreció un completo recital de marchas procesionales contribuyendo de esta forma, al cadencioso caminar del paso sevillano. La Cofradía del Nazareno, sabia por su antigüedad e innovadora, siguió ayer con la tradición cofrade de dedicar las "levantadas" del trono a personas queridas para la hermandad.

Paso Sevillano
"Nuestro Padre Jesús ante Pilatos", el conjunto escultórico conocido como "La Sentencia", salió ayer a la calle con el paso sevillano que la Cofradía del Nazareno adoptara en 2009 para la Virgen de las Lágrimas y que vino a dar un toque diferente a la Semana Santa melillense marcada por la tradición de la salida de los tronos de gran tamaño al estilo malagueño, con sus varales y costaleros.

Ayer pudo procesionar gracias a la fuerza de los 40 jóvenes de la cuadrilla que ha estado ensayando durante meses para hacer un trabajo soberbio. Los hombres de refresco, se turnaron a lo largo del recorrido con sus compañeros dejando de manifiesto así, estos valientes e ilusionados jóvenes, su fe y su amor a la Semana Santa melillense, la de sus mayores, que ahora ellos trasmitirán a las generaciones futuras. En sus rostros se refleja el cansancio, el sudor del esfuerzo perla sus frentes, y a pesar del cansancio, rostros emocionados por el trabajo bien hecho.

Sagradas escrituras
La talla de "La Sentencia" llegó a Melilla desde Alhucemas en 1930 y salió en procesión por primera vez por las calles de la ciudad en 1947, de ahí que el pasado 2017 se cumplieran setenta años de esa primera estación de penitencia en la ciudad africana. "Nuestro Padre Jesús ante Pilatos", recuerda uno de los pasajes bíblicos más tristes del proceso al que fue sometido Jesucristo. Tras su primer juicio sumarísimo en el Sanedrín, fue conducido por los rabinos ante la autoridad romana en aquel Jerusalén del siglo I, el cruel Poncio Pilato para que fuera condenado a muerte.

El prócer romano no hizo sino lavar sus manos ante la injusticia que se iba a acometer contra aquel hombre que sabía inocente, cuando tras escuchar a la plebe, dictó la sentencia de muerte contra el Nazareno, mientras dejaba en libertad a un conocido ladrón como Barrabás.

El bellísimo paso de "La Sentencia" realizó su estación de penitencia del Lunes Santo, tal como viene haciendo desde hace una década, acompañado por un río de nazarenos con túnicas blancas, y capas con cíngulo de color rojo, que alumbraron su camino con las luces de decenas de cirios. Detrás de la majestuosa talla del Cristo, la banda del Nazareno enriqueciendo la triste velada con su buen hacer y sus temas. Delante, con la sencillez que caracteriza a la hermana mayor, Francisca Muñoz, reza porque todo siga desarrollándose a la perfección, agradecida por el respaldo de los melillenses al trabajo de todos los hombres y mujeres que forman parte de la Cofradía del Pueblo.

Melilla
"La Sentencia" estuvo arropada por cientos de ciudadanos que siguieron su discurrir por las calles del centro, y ello gracias a que la Cofradía decidiera mantener el horario de las ocho y cuarto, continuando con la decisión adoptada hace ya seis años, al objeto de respetar el horario de cierre de los negocios y animar así al público a quedarse.

La presencia de melillenses en la Avenida fue más numerosa que en otras ocasiones. A destacar, el importante número de niños, tanto entre el público como participando en el paso. Asimismo acompañó al paso los hermanos mayores honoríficos de la Guardia Civil. También un grupo de bellísimas mujeres de mantilla contribuyendo al realce y señorío de la estación de penitencia.

Una vez en tribuna, el vicario episcopal, Roberto Rojo, conduce la oración en la que pide al Cristo eterno, que perdone del ser humano "todas nuestras faltas de amor". Finaliza la estación de penitencia la voz de Isabel Navarrete, con una saeta cuajada de emoción. La noche melillense se vistió de luto en este Lunes Santo, como queriendo sumarse a la tristeza del momento, en el que un pueblo en silencio acompaña al inocente, a Cristo, tras ser condenado a morir en la cruz.

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Jesús Andújar

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