La plantilla de la U.D. Melilla inició ayer lunes la semana de trabajo, preparatoria para el encuentro de Liga del próximo domingo, en el Estadio Municipal Álvarez Claro, ante el C.F. Villanovense, después de haber jugado dos encuentros consecutivos a domicilio -ante el Extremadura U.D. y el UCAM Murcia-. El bagaje, en estas dos salidas, ha sido bastante pobre para el conjunto que dirige Manolo Herrero, ya que sólo ha sumado 1 punto de 6 en juego. Pese a ello, el cuadro melillense sigue a tiro de piedra del Play-Off, a 3 puntos del cuarto clasificado, aunque con el golaverage particular perdido con el equipo azulgrana, cuando tan solo quedan seis jornadas para la conclusión del campeonato. Los azulinos se han conjurado para darlo todo en esta recta final del campeonato, pues como bien dijo el entrenador, al término del encuentro en Murcia, «debemos hacer un sprint de Liga muy bueno», en referencia al punto insuficiente obtenido en el Estadio de La Condomina, «ya que no nos sirve de mucho», aunque con respecto a la anterior jornada, su equipo le restó un punto de distancia al cuarto clasificado, mientras que del Real Murcia, tercero en la clasificación, sigue a la misma distancia, a 5 puntos.
El plantel unionista completó este lunes el primer entrenamiento de la semana, con la mente puesta ya en el Villanovense, séptimo clasificado del Grupo IV de la Segunda B y con 3 puntos menos que los melillenses.
La sesión preparatoria se ha desarrollado en el Anexo del Estadio Municipal Álvarez Claro, donde los jugadores han acometido el habitual entrenamiento regenerativo y compensatorio de cada lunes.
La gran novedad ha sido Lolo Garrido, ya que se ha ejercitado con normalidad, totalmente recuperado de su fractura en el dedo meñique del pie derecho.
Lesionados
Sin embargo, Richard Boateng sigue en el dique seco por una rotura parcial del ligamento peroneo astragalino anterior, aunque a diferencia de la semana pasada saltó por primera vez al terreno de juego para realizar algo de carrera continua.
Por su parte, Nacho Aznar, que el pasado domingo se lesionó en La Condomina, ha sido sometido a una serie de pruebas para determinar el alcance de su dolencia. El delantero melillense bloqueó su rodilla derecha en una de las últimas jugadas del encuentro y, cuando fue a saludar al árbitro al término del mismo, volvió a bloquearla.
Esta lesión le obligó a salir del terreno de juego con la ayuda de las asistencias médicas universitarias, pero este lunes ha sido sometido a una resonancia magnética para saber exactamente el alcance de su lesión.
