Esta sección se hace eco de la queja de un ciudadano que expresa su malestar por los problemas, que a su juicio, traerá el carril bici. La primera consecuencia, es la eliminación de uno de los carriles del paseo marítimo, una de las más importantes arterias de la ciudad y por la que discurre el tráfico que llega desde la frontera. Vaticina no pocos problemas de circulación motivadas por los vehículos que intenten salir de los aparcamientos invadiendo el único carril útil, porque el segundo, estará ocupado por el carril bici.
"Al final se va a imponer la dictadura de esa minoría que es la que sale a la calle y se manifiesta, obligándonos a esta imposición del carril bici. Porque no veo a estos del grupo de las bicis, ir en estos vehículos a trabajar. Nos quieren obligar a todos a coger una bici como si la contaminación que se genera en Melilla tuviera alguna incidencia a nivel mundial. Esto del carril bici va a pasar factura al Gobierno de la Ciudad Autónoma", afirma este melillense.
De hecho añade que "hay estadísticas que dicen que las inversiones para atender demandas de minorías no producen un aumento de votos de los partidos gobernantes, sino que al final el carril bici va a ser un descalabro electoral porque va a suponer un contratiempo para el común de los melillenses".
Se pregunta si cuando se construya dicho carril se multará a los que vayan en bici por las aceras o cruzando los pasos de peatones sin bajarse del vehículo. Considera que la Ciudad va a realizar una "inversión millonaria" en crear un carril "que va a estar infrautilizado". En tono irónico, indica que dado que en Melilla existe una gran afición por el running, que "por esta misma regla de tres, hagamos toda la ciudad peatonal para los corredores".
