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Sacrificar la convivencia

Sorprende esta querella de CpM. Primero, por el hecho de que se vaya a presentar siete meses y medio después de los hechos ocurridos. Y después, porque ha recurrido al mediático abogado Gonzalo Boye, que es quien defiende a de dos ex consejeros de la Generalitat de Cataluña, Meritxell Serret y Antoni Comín, que huyeron de la Justicia española, rumbo a Bélgica, junto al ex presidente Carles Puigdemont Quedan tres meses y medio para la celebración del Aid El Kebir, una de las fechas más importantes del calendario melillense. No en vano, es la Pascua Grande para cerca de la mitad de nuestra población y nuestra ciudad puede decir con orgullo que fue el primer lugar de España en declararla como día festivo en su calendario laboral en el año 2010. Después se sumaron otros, como Ceuta, pero Melilla fue pionera y eso ya denota la relevancia que para esta ciudad tiene esta festividad.
Sin embargo, Melilla parece estar condenada a no poder vivir esta fiesta en paz y tranquilidad desde hace tres años a causa de una polémica que se repite desde que en el año 2016 se impidió el paso de borregos desde Marruecos para realizar el sacrificio debido al brote de fiebre aftosa. La prohibición de pasar animales vivos por nuestra frontera era, en realidad, bastante anterior, de principios de este milenio, por una normativa europea, pero por la Pascua Grande musulmana siempre se había permitido cierta excepcionalidad para que en los días previos pudieran pasar los borregos hacia Melilla y cumplir con el rito de forma más sencilla.
La declaración del brote de fiebre aftosa en el Magreb cerró nuestras fronteras a aquel paso de borregos y abrió una polémica que se repite desde entonces año tras año, alimentada por quienes se oponen a aceptar que las costumbres no pueden estar por encima de las normas. Pese a que aún queda mucho tiempo para el Aid El Kebir, esta polémica se está empezando a asentar de nuevo en Melilla este año, y ya van tres, con el desgaste que esto produce a nuestra valiosa, pero siempre sensible convivencia.
Rizando el rizo, Coalición por Melilla acaba de anunciar una querella por aquel episodio ocurrido en el paso fronterizo de Beni Enzar en verano del año pasado, entre el 15 y el 16 de agosto, cuando dirigentes y simpatizantes cepemistas, encabezados por el presidente de la formación, Mustafa Aberchán, trataron de pasar varios borregos en lo que ellos llamaron simulacro para comprobar si se podía cumplir la orden ministerial que se había emitido para permitir una excepcionalidad a la prohibición de pasar borregos por la frontera, siempre que se cumplieran una serie de condiciones. Como todos recordamos, los borregos finalmente no pudieron pasar y regresaron a su ganadería en Marruecos tras horas de tensión en nuestra frontera, con sentada incluida, que cortaba el tránsito en plena época punta de la Operación Paso del Estrecho.
Sorprende esta querella de Coalición por Melilla. Primero, por el hecho de que se vaya a presentar siete meses y medio después de los hechos ocurridos. Si tan convencidos están en CpM de que lo que ocurrió aquellos días en nuestra frontera fue una ilegalidad flagrante, deberían haber ido al juzgado en ese mismo instante y no ahora, a las puertas de una nueva festividad del Aid El Kebir. Esta enorme tardanza lo único que provoca es sospechas de un intento de encender, de nuevo, la polémica este año que, no lo olvidemos, es preelectoral. Y otra razón por la que decimos que sorprende esta querella es porque CpM ha recurrido al mediático abogado Gonzalo Boye, que muchos melillenses conocerán porque además de ser el ex editor de la revista Mongolia, de un tiempo a esta parte sale constantemente en las televisión por ser el abogado de dos ex consejeros de la Generalitat de Cataluña, Meritxell Serret y Antoni Comín, que huyeron de la Justicia española, rumbo a Bélgica, junto al ex presidente Carles Puigdemont. Llama la atención de CpM, que fue uno de partidos que más impulsó la concentración por la unidad de España, recurra ahora a un abogado que defiende a varios de los que intentaron romperla con la independencia de Cataluña. Ello, por no recordar que Boye fue condenado en 1996 a 14 años de cárcel por colaborar con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla. ¿No había ningún abogado en Melilla dispuesto a llevar esta causa, si supuestamente se incumplió la norma de manera tan flagrante como afirma CpM? Demasiados ingredientes para pensar que el partido de Aberchán busca que la polémica del borrego sea mucho mayor que los dos años anteriores, aunque eso sea a costa de sacrificar, nunca mejor dicho, nuestro tesoro más preciado, que es una convivencia ejemplar a nivel mundial.

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