El encuentro tuvo muchas alternativas, arrancando mejor los de Gabi González que llegaron a situarse, en apenas seis minutos, con un favorable 0-2, gracias a los goles de Moha Rubio y de Sufian. Lo cierto es que los de Juanjo Garcés habían avisado con un par de ocasiones muy claras, aunque el meta Jorge entró en acción para evitar males mayores con sendas intervenciones de mucho mérito. Sin embargo, en el 13’, no pudo atrapar ni despejar con contundencia un disparo de un jugador contrario y el rechace lo recogió Izam para recortar las distancias.
Este tanto sentó como un auténtico jarro de agua fría a los azulgranas, que, en un abrir y cerrar de ojos, encajaron tres más. La Peña Real Madrid y la Peña Barcelonista ofrecieron un vibrante espectáculo a los numerosos aficionados que se acercaron ayer, al Pabellón Lázaro Fernández, a presenciar el segundo derbi melillense de la presente temporada, un duelo que se resolvió con empate a seis goles. Este resultado, a tenor de los méritos contraídos por unos y otros a lo largo de los cuarenta minutos de juego, puede considerarse como justo.
No en vano, el encuentro tuvo muchas alternativas, arrancando mejor los de Gabi González que llegaron a situarse, en apenas seis minutos, con un favorable 0-2, gracias a los goles de Moha Rubio y de Sufian. Lo cierto es que los de Juanjo Garcés habían avisado con un par de ocasiones muy claras, aunque el meta Jorge entró en acción para evitar males mayores con sendas intervenciones de mucho mérito. Sin embargo, en el 13’, no pudo atrapar ni despejar con contundencia un disparo de un jugador contrario y el rechace lo recogió Izam para recortar las distancias.
Este tanto sentó como un auténtico jarro de agua fría a los azulgranas, que, en un abrir y cerrar de ojos, encajaron tres más, aprovechando los madridistas los graves errores defensivos que cometieron los que actuaban ayer como visitantes. Ali dispuso en los últimos segundos de la oportunidad de estrechar el marcador con un remate al palo. Sin tiempo para más, y con el consabido 4-2, finalizó el primer periodo.
La segunda mitad arrancaba de manera trepidante, con la consecución de dos goles, uno para cada bando, obra de Moha Rubio (4-3) y de Javi Bejerano (5-3).
Pasados los primeros minutos el partido se ensució bastante, con muchos nervios tanto entre los futbolistas que se encontraban sobre la pista como por parte de los componentes de ambos banquillos. Tampoco la actuación arbitral ayudó a serenar los ánimos. De este modo, Asis, en el 28’, veía el camino de los vestuarios antes de tiempo al ver su segunda cartulina amarilla, una acción muy protestada que, junto a la también expulsión de Bernardo Ruiz, uno de los ayudantes de Gabi González, y de la entrada en el campo de un espectador, hizo que el choque estuviese interrumpido por espacio de unos minutos.
Una vez que volvió la calma, y tras dos minutos de sufrimiento para los de Gabi González que jugaron en inferioridad numérica, el técnico barcelonista optó por introducir al portero jugador, dándole esta decisión muy buenos frutos, ya que primero los suyos recortarían a un gol su desventaja, por mediación de Ali (5-4). Filali parecía que sentenciaba la contienda con el 6-4, pero Farid y Hamzah rescataban en el tramo final del encuentro un valioso punto para su equipo (6-6).
