SODEMEL, la Sociedad para el Desarrollo de Melilla fundada y dirigida por Enrique Bohórquez, se ha adherido a la Plataforma de Empresarios de Melilla, que aglutina a más de 1.000 empresarios y a las asociaciones más importantes de la ciudad, como la de Hostelería, ACSEMEL y ACOME. La coincidencia en el planteamiento de que la economía melillense está en crisis y en la imprescindibilidad de la actividad privada como pilar central de la creación de un nuevo modelo económico, sumado a la voluntad de SODEMEL de sumar en todo lo referente al futuro económico de Melilla, ha acabado por suscitar la entrada de la sociedad en la Plataforma.
La Sociedad para el Desarrollo de Melilla (SODEMEL), entidad fundada y dirigida por Enrique Bohórquez, se ha adherido a la Plataforma de empresarios de Melilla, que aglutina ya a más de 1.000 empresarios y que comparte el propósito principal de SODEMEL, suscitar un cambio en la economía local basado en el aumento del apoyo al sector privado.
Si bien los empresarios y comerciantes locales que constituyen la Plataforma se han unido, mayormente, para presionar al Gobierno de cara a que lleve a cabo medidas que normalicen el tránsito fronterizo y aumenten su fluidez, SODEMEL tiene también en marcha una serie de iniciativas y proyectos que, con toda seguridad, serán beneficiosos para la economía local.
Desde SODEMEL comparten con la Plataforma la visión de la decadencia económica de la ciudad, y recuerdan que llevan más de un año poniendo énfasis en la idea de que es necesario un cambio de modelo económico para que nuestra ciudad sobreviva, y este nuevo modelo económico debe pasar necesariamente por un aumento de la importancia y del apoyo de la Administración local a las iniciativas privadas, que no sólo sufren por el mal estado de la frontera, sino también por la resistencia de los gobernantes a facilitar la llegada de inversiones y el desarrollo de proyectos e ideas en nuestra ciudad.
SODEMEL también comparte con la Plataforma de Empresarios la idea de que es necesario contar con una frontera fluida, toda vez que -también desde su mismo comienzo- esta sociedad ha resaltado en muchas ocasiones la importancia de las relaciones comerciales transfronterizas; “Melilla no puede sobrevivir dando la espalda a Marruecos”, afirmaba el propio Enrique Bohórquez en una de sus reuniones con ACSEMEL. Asumiendo que la economía de Melilla depende en buena medida de nuestros intercambios con el país vecino, la fluidez en los pasos fronterizos se convierte en una necesidad de primer orden.
SODEMEL no sólo se refiere a Marruecos en términos de intercambio comercial “atípico”, como sí lo hacen algunas empresas y asociaciones que están altamente especializadas en este tipo de actividad, sino que va más allá, recordando que el estímulo de la iniciativa privada debe llevar a Melilla a convertirse en un centro de provisión de servicios (médicos, educativos, legales, de comunicación, etc) para Marruecos, y si queremos alcanzar ese estatus de “proveedor de servicios” -algo que realmente podría suponer el cambio al tan ansiado nuevo modelo económico- debemos apostar por plantear la exigencia una frontera fluida como también lo hacen los empresarios de la Plataforma.
SODEMEL tratará de sumar, de aportar propuestas, como ya presentó sus 23 proyectos a corto, medio y largo plazo para el cambio económico en Melilla, que debe brotar, por la propia naturaleza de la ciudad, del ámbito privado.
Propuestas por el cambio
SODEMEL continúa con sus actividades, tratando de atraer y catalizar inversiones que arraiguen en la ciudad y que permitan a la ciudad diversificar su economía y aumentar el porcentaje de actividad privada que, en la actualidad, es sustancialmente menor que la actividad pública -desde SODEMEL se defiende la idea de que algo no funciona correctamente cuando la mayor “empresa” de la ciudad es la Ciudad Autónoma-.
En el ámbito de la atracción de iniciativa privada, SODEMEL ya ha efectuado movimientos en los sectores educativo, comercial, de gestión de residuos, logístico y de ocio y actividades deportivas, entre otros. SODEMEL ha traído a la ciudad a un grupo empresarial de referencia en materia de educación privada cuyo proyecto permitiría diversificar la oferta educativa local; la sociedad, además, involucrada en el desarrollo de una línea marítima destinada al transporte de mercancías entre los puertos vecinos de Melilla y Beni Enzar y en la creación de un nuevo club social-deportivo, además de haber “resucitado” el interés de ciertos sectores por la importancia que reviste para nuestra ciudad la entrada en el Espacio Aduanero Común Europeo.
La creación de un servicio de imprenta o de una empresa de comunicación digital y redes sociales, ambas iniciativas enfocadas también al objetivo último de postular a las empresas melillenses como potenciales proveedoras de servicios para nuestros vecinos marroquíes, son también proyectos paralelos a las propias actividades de SODEMEL.
La entrada de SODEMEL en la Plataforma de empresarios no hace sino evidenciar aún más la unidad que existe entre los diferentes actores del tejido económico local en torno a un sencillo mantra que los melillenses han creído conveniente dar por bueno: Nuestra ciudad debe cambiar.
Una solución para la frontera
Melilla no puede renunciar al comercio transfronterizo, al menos mientras no exista una fuente de ingresos alternativa para las empresas de la ciudad. Ya que “cortar” el comercio atípico no parece una opción, pese a los esfuerzos de algunas autoridades por “acotar” los horarios de paso de mercancías en un intento de reducir el caos fronterizo, la idea de “puentear” la frontera y sacar todo el comercio atípico de la ciudad sí que es una realidad posible. Si todo el comercio atípico (porteadores, vehículo y mercancías) no pasara por los puestos fronterizos, sino por el mar (entre los puertos de Beni Enzar y Melilla), los pasos quedarían libres para la entrada de turistas y compradores y las ventas se recuperarían sin que se hubiera renunciado a los ingresos que supone el comercio atípico para buena parte de la población local.
