La empresa pública Tragsa, que será la encargada de construir el centro de distribución de mercancías del paso fronterizo de Barrio Chino, podría empezar las obras en julio de este año, finalizando en ese caso esta actuación en verano de 2019, según los cálculos del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda. Esta actuación supondrá una inversión de 5,4 millones de euros y, en palabras de Imbroda, permitirá “dignificar” el trabajo de los porteadores que desarrollan el denominado comercio atípico. En rueda de prensa, Imbroda explicó que encargando este proyecto a Tragsa, se agilizará esta actuación, que “corre mucha urgencia para dar más apoyo al tema fronterizo”, ya que no habrá que sacar a concurso la adjudicación, lo que supondría “perder seis meses entre trámites administrativos”.
Imbroda explicó que la Ciudad Autónoma “asume directamente” esta obra debido a esa urgencia, posibilitando “otra solución importante” a la situación de la frontera, que es “que Barrio Chino esté en condiciones para que se puedan sacar mercancías, ordenar la frontera y que se pueda dignificar la vida de los porteadores”.
A su juicio, “se dignifica si se tienen las instalaciones adecuadas y con todo tipo de servicios” para que “sea más fácil recoger las mercancías y pasarlas” a Marruecos, proceso que se realiza en la mayoría de los casos en grandes fardos cargados sobre las espaldas de los porteadores.
Imbroda confió en que la obra del centro de distribución empiece en julio y que pueda estar terminada para el verano de 2019, dado que tendrá un plazo de ejecución de un año “como mucho”.
Problema complejo
Este es uno de los asuntos que se abordaron en la última reunión que mantuvieron la Ciudad Autónoma, la Delegación del Gobierno y la Confederación Melillense de Empresarios (CEME) para hablar de la situación de la frontera, un problema que, como recordó Imbroda, es complejo porque no depende al 100 % de España.
Recordó que la frontera afecta a dos países, por lo que la responsabilidad es compartida al 50 %.
Además, consideró que hay cosas que tienen solución, otras que son muy difíciles de solucionar, y algunas que, a su juicio, no tienen solución “porque hay otras soluciones alternativas en marcha, que son las que se comen los planteamientos obsoletos”.
Imbroda afirmó que las administraciones seguirán dialogando “con quien quiere seguir dialogando”, que es la CEME, entidad que “además representa a los empresarios hoy por hoy”, tal y como recordó.
ACOME y Hosteleros “deberían incorporarse”
En su opinión, entidades como la Asociación de Comerciantes (ACOME) y la Asociación de Hostelería, que forman parte de la CEME, deberían “incorporarse a esas reuniones” con la administración para seguir buscando soluciones a la frontera, si bien insistió en que “se les ha invitado y no han querido ir”, algo que deberían haber hecho “si tan grave es el problema y tanto les interesa”.
Estas dos asociaciones, junto con Acsemel, integran la plataforma que el mes pasado convocó una manifestación en el centro de Melilla, una decisión que para Imbroda es “no querer dialogar” cuando ambas partes estaban “dialogando y había continuidad de conversación” para buscar soluciones.
