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Ventana abierta

Mesa redonda sobre el agua, organizada por Guelaya Ecologistas en Acción en Melilla

Los turnos de palabra se sucedieron de la siguiente manera:
1.- Guelaya planteó el problema del agua en Melilla con datos proporcionados por el consejero de coordinación y medio ambiente
2.- Los partidos políticos intervinieron tras la presentación de Guelaya. Fueron los siguientes: CpM, PSOE, C´s, Podemos y UPyD
3.- A continuación se abrió un turno de intervenciones en el público asistente, que fue respondido por los representantes de los partidos políticos.

Ni en el debate abierto, ni en las intervenciones de los partidos se produjeron contra-argumentaciones, sino que más bien se destacaron distintos aspectos del problema.

Por ello, nos ha parecido razonable “armar” un argumentario con el conjunto de las intervenciones.
En primer lugar se sintetiza el problema desde los datos y posteriormente se enumeran las temáticas sobre las que se hicieron las propuestas de solución del problema.

Planteamiento del problema
A) Desde el punto de vista cuantitativo del suministro de agua
El problema social deriva de los problemas de abastecimiento de agua a la población en algunos barrios debido a la falta de presión del agua, que ha dejado de ser un problema excepcional y que además pueden verse incrementados por problemas en la producción de agua en la desalinizadora en algunas ocasiones puntuales por paradas debido a temporales de levante, problemas eléctricos u otros como la falta de capacidad de potabilización de agua y/o desalobradora del embalse de las Adelfas, que siendo un almacén de agua para varias semanas, no consigue sustituir a la desalinizadora si ésta tiene problemas de más de 24 horas.

La respuesta de la CAM es afirmar que el problema se resolverá cuando se amplíe la planta desalinizadora con el cuarto módulo, que quiere decir que pase a producir 30.000 metros cúbicos. Es decir, un problema de demanda se soluciona con un aumento de la oferta (Declaraciones del consejero de coordinación y medio ambiente a los medios: “El cuarto módulo de la desalinizadora supondrá un punto de inflexión del agua en Melilla”)
El consumo de agua por persona y día en Melilla está próximo a los 400 litros. La media de consumo por habitante y día en España era de 132 litros en 2014 según el INE y el objetivo que marca el Plan Hidrológico de la Demarcación de Melilla para 2021 es de 260 litros, el doble que la media española 7 años antes.

Desde la aprobación del Plan Hidrológico de la Demarcación de Melilla, en 2013, y su actualización (RD 1/2015), la tendencia anual no confirma que los objetivos se vayan a cumplir.

Si el objetivo que hay que cumplir es gastar menos agua, y eso Guelaya Ecologistas en Acción lo hace “suyo” como objetivo “sostenible” (medioambiental, social y económico) la respuesta no puede ser “solo” producir más agua mediante la desalinización, que es económicamente el sistema más caro de abastecer de agua a la población de Melilla, con la excepción del buque tanque, es decir, que nos traigan el agua de la península, como en Ceuta, para llenar el embalse de las Adelfas con agua para algunas semanas.

B) Desde el punto de vista cualitativo
¿Quién bebe el agua de grifo en Melilla?
La calidad de agua en Melilla se percibe tan mala que incluso se duda de que sea potable y la percepción no va a cambiar al prometer que el agua va a ser mineral, porque ya se anunció eso con la inaguración de la desalinizadora y han pasado para 10 años.

Lo que es un hecho es que la población de Melilla para beber agua en las casas va a las fuentes públicas, o compra agua mineral embotellada o instalan depuradoras de ósmosis en sus domicilios. Merece la pena estimar el gasto económico que las familias melillenses invierten en beber agua, ya sea en dinero o en tiempo.

El coste en tiempo y en dinero que los melillenses están gastando para beber agua en sus casas nadie lo ha calculado, ni en euros ni en residuos de botellas de plástico, por las que debemos pagar para que las quemen en la incineradora, siendo una de las principales fuentes de producción de dioxinas y furanos.

La conclusión es que se gasta agua de una calidad que la población rechaza como “bebible” y por ello gasta su tiempo o su dinero, para abastecerese de un servicio público por el que tiene que pagar, lo que tiene una consecuencia económica, pagar un recibo a una empresa privada por un servicio público, y al mismo tiempo tener que gastar dinero en comprar agua mineral o tiempo en ir a la fuente a coger agua.

C) Si en Melilla se gasta agua de forma desorbitada, el triple de las media española, y además no se puede beber ¿Donde va el agua en Melilla?
Asumiendo que la cuentas del agua en Melilla se hacen para 95.000 personas, porque se cuentan al menos 10.000 habitantes “flotantes” o no censados, y que los datos del Plan hidrológico de la Demarcación señalan que los ciudadanos gastamos el 75% del agua que se consume en Melilla, analicemos el 25% del agua restante.

Si en lugar de hacer cuentas para el 100% del agua en Melilla hacemos cuentas para el 75% del agua, que es lo que depende de los ciudadanos, ¿cuanto es el gasto por habitante y día?
En 2015 el agua que se distribuía en Melilla era de alrededor de 37.000 metros cúbicos. Si la población de hecho y de derecho, 95.000 personas, y consumía el 75% de los 37.000 metros cúbicos diarios, entonces la media achacable a la población no es de cerca de 400 litros por habitante y dia sino de 292, cifra muy aproximada a la calculada en el Plan hidrológico de la demarcación de Melilla, y aproximadamente el doble de la media nacional.

Para cumplir el objetivo de los 260 litros/hab/día sería necesario entonces un ahorro del 10% para conseguirlo si nos hallamos en un gasto de 292 litros/hab/dia (bastaría ahorrar 29, 2 litros para situarnos en el objetivo de 260.

Pero en ese caso todo el ahorro se produciría en el consumo de particulares que pagan el agua, pero seguimos sin saber quién consume y no paga el 25% restante, alrededor de 9.000 metros cúbicos diarios (colegios, edificios institucionales, cuarteles, servicios públicos…)
D) ¿Y los objetivos medioambientales del Plan Hidrológico de la demarcación de Melilla?
Hemos enumerado hasta el momento aspectos sociales y económicos sobre el servicio público de agua, mencionados por los partidos políticos y el público asistente, pero la Directiva marco de Aguas obliga a establecer también objetivos medioambientales, pues sin ellos el servicio público no sería sostenible.

Los objetivos medioambientales serán tratados específicamente en la segunda Mesa redonda del 11 de abril, con la excepción de la escasa eficiencia del consumo identificada por los datos, es decir, reducir el consumo de agua por hab/dia es un objetivo medioambiental en sí mismo, y de enorme importancia.

Argumentario sobre el agua en Melilla
A lo largo de la Mesa de redonda se expusieron las siguientes ideas, que hemos ordenado en tres bloques:
1.- Consideraciones generales
2.- Problemáticas que hay que atender y medidas que se proponen.

1.- Consideraciones generales

  • Los datos que se presentaron sobre el agua resultan insuficientes para definir el problema, tomar algunas decisiones y/o se consideran erróneos en otros casos, como es el cálculo de fugas en la red.
  • Se echa de menos más transparencia en la información en las Mesas de Medio Ambiente.
  • Se necesita más conocimientos sobre aspectos concretos, como la evolución de las pérdidas y de los los acuíferos, su degradación y su futuro.
  • No existe una “causa única del problema de agua en Melilla”, sino muchas causas que contribuyen a la mala calidad del agua, a la falta de demanda y a la desproporcionada oferta.
  • Las incógnitas sobre la sostenibilidad del servicio público deberían ser estudiadas por expertos independientes.

2.- Problemáticas que hay que atender y medidas que se proponen.

Pérdida en la red: Reacción más rápida y diaria (incluso fines de semana) ante fugas accidentales. Mayor control de las pérdidas y del gasto debido a que los servicios están externalizados, pero el 25% del agua no se paga por gastarse en las administraciones públicas. Aguas terciarias: Aumentar el porcentaje de aguas terciarias reutilizadas desde el actual prácticamente nulo hasta el 100%
Tasas progresivas. La tasa es baja, y debe serlo para el sector más desaventajado económicamente (garantizándolo al menos para el 30% por debajo del umbral de la pobreza), pero los sectores de población que más agua gastan (por regar jardines privados o tener piscinas), deben pagar el agua más cara.

Concienciación y educación ambiental: La población puede contribuir mucho más al ahorro de agua en Melilla pero necesita concienciación y formación para ello. Las campañas realizadas hasta el momento han resultado ineficaces para reducir el consumo. La mala calidad del agua se debe a la mala calidad del agua de los pozos. Se pueden recargar acuíferos, como el del río de Oro, para frenar la inclusión marina, para mejorar los acuíferos.

Seguridad: Mantener la importancia geoestratégica del servicio de aguas en Melilla. Pensar que a largo plazo en que el consumo de agua en Marruecos se notará en los acuíferos volcánicos de la ciudad.

Ampliación de la desalinizadora: No sería necesaria si los datos de litros/hab/dia en Melilla fueran semejantes a la media española. La calidad del agua puede mejorarse con la ampliación, pero aumentando la oferta hasta tres veces sobre la media española. No puede ser la SOLUCIÓN del problema.

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