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“Para los que no dependemos de la actividad pública o de subvenciones la situación actual es una ruina”

José Luis Martínez Lázaro, máximo responsable de Carmelo Martínez Rodríguez y sus empresas filiales, y uno de los empresarios que conforman la Plataforma de Empresarios de Melilla, valora en esta entrevista la situación de crisis que se vive en nuestra ciudad a raíz del drástico empeoramiento, en los últimos meses, de la situación fronteriza. Para Martínez Lázaro, la frontera es un pulmón económico, y sus problemas de fluidez están provocando que muchos de los empresarios de la ciudad vean reducidos sus ingresos hasta en un 90%, situación que, de no remediarse, podría tornarse irreversible y provocar la “muerte” de nuestra economía. José Luis Martínez Lázaro es melillense y empresario. Un hombre comprometido con Melilla a través de la centenaria empresa familiar Carmelo Martínez Rodríguez SL, de la que es el máximo responsable, y cuya actividad ha estado ligada al Puerto de Melilla desde principios del siglo XX.
En 1997 la empresa amplió su ámbito territorial creando la filial Total Logistic Services SL, que cuenta con delegaciones en Málaga, Algeciras, Cádiz, Sevilla y Madrid, y en 2004 abrió otra filial, Total Engineering SL. La compañía de la que José Luis Martínez Lázaro es responsable es una de las más importantes de la ciudad y también una de las que más se han visto afectadas por la disminución de la actividad portuaria, el descenso de las importaciones y exportaciones y la falta de fluidez en los pasos fronterizos de Melilla.
P. ¿Cómo afecta a su negocio la situación actual, los problemas fronterizos y la crisis del comercio local?
R. Depende de la actividad. En el caso concreto de la actividad portuaria, desde el mes de agosto hemos sufrido una disminución constante llegando a casi el 70% con respecto a la media de los últimos cinco años. Y parecida proporción en lo relativo a despachos aduaneros, pues nuestros clientes han disminuido sus importaciones en un porcentaje parecido al nuestro. Algunos han perdido hasta el 90% de sus ventas habituales y esto es cada vez más preocupante. Hay que tener mucho pulmón financiero para aguantar esta situación.
Nuestras filiales, al realizar sus actividades fuera de Melilla principalmente, no se han visto muy afectadas salvo en la línea de transporte de mercancías que mantenemos con Melilla desde la Península.
P. ¿A qué achaca los problemas actuales del comercio y la hostelería y hacia dónde cree que deben encaminarse los esfuerzos?
R. El motivo de la crisis que atenaza al comercio y a la hostelería, sin lugar a dudas, se debe a la decisión adoptada por nuestras autoridades locales de reducir y reorganizar el tránsito de personas y mercancías por la frontera. Cada vez es más complicado entrar y salir de Melilla sin sufrir colas y horas de espera. Ello desanima a los visitantes y a los compradores de nuestros comercios sean de la zona que sean: frontera, barrios o zona del Centro. Y también lo sufren el resto de ciudadanos que desean salir a Marruecos por ocio o cualquier otra actividad.
P. ¿Puede aportar su batería personal de soluciones? ¿Qué pueden hacer los empresarios y qué las autoridades para mejorar esta situación?
R. Desde la Plataforma de Empresarios, a la que nos sumamos desde el principio, se han propuesto diez medidas para intentar acabar con el caos organizado. Este martes 17 se reunirá la Asamblea de la Plataforma para proponer nuevas actuaciones y medidas que serán remitidas a las autoridades a través de los medios de comunicación y de forma directa, si nos lo permiten y volvemos a ser invitados a la mesa de la cual nunca nos levantamos. Es perfectamente legítimo hacer manifestaciones o protestas mientras se negocia cualquier acuerdo. De eso sabemos mucho las empresas estibadoras que sufrimos una huelga brutal en todos los puertos españoles mientras negociábamos la adecuación de la estiba a la nueva normativa impuesta por la Sentencia del Tribunal Europeo.
P. ¿Qué supone para la sociedad melillense la situación comercial actual?
R. Pues salvo para los que dependen de la actividad pública (funcionarios, personal laboral, políticos) una ruina. Es triste, pero si el 50% de los melillenses parece ser que viven de los presupuestos, locales o del Estado, y no se sienten afectados, el otro 50% o está en paro o pronto lo va a estar de no acabarse rápido con esta situación. En Melilla no hay otra actividad económica más que el comercio, la hostelería y los servicios inherentes a ambas. Más del 80% de las empresas de Melilla, grandes, medianas y pequeñas se están viendo gravemente afectadas.
P. ¿Por qué decidió montar un negocio aquí? ¿Actualmente se plantea cerrar, replantear su negocio o trasladarse fuera?
R. La empresa la montó mi abuelo, que llegó desde Purullena, Granada; la continuó mi padre y, ahora, nos toca a la tercera, y pronto a la cuarta, generación mantener la empresa familiar.
Por supuesto que no estamos pensando en cerrar pero sí que estamos obligados, como todo empresario, a analizar y adoptar las decisiones que permitan mantener a flote la empresa y, sobre todo, los puestos de trabajo. Habrá que reducir lo que se deba para que no se derrumbe toda la estructura. Y no, no nos vamos a ir sin luchar por recuperar lo que se está perdiendo desde hace meses… Estamos seguros que se recapacitará y se adoptaran medidas al respecto.
P. ¿Cuál es su perfil de clientes y qué problemas ha detectado que impliquen la caída de las ventas o ingresos?
R. Desde siempre hemos intentado diversificar nuestra cartera de clientes sin rechazar a ninguna empresa que solicitase nuestros servicios y por ello tenemos clientes a los que prestamos uno varios de los muchos servicios que ofrecemos. La única exigencia que ponemos es la transparencia y que cumplan sus obligaciones legales. Hemos rechazado clientes por no tener claro su forma de proceder o sus intenciones.
Lógicamente, la inmensa mayoría de nuestros clientes son comerciantes y la situación actual les ha llevado a disminuir drásticamente sus pedidos de nuevas mercancías. Ello implica directamente que nuestra intervención en la cadena logística se haya visto perjudicada enormemente.
P. ¿Qué medidas ha tenido que tomar en los últimos años para mantener el negocio abierto?
R. Hasta julio de este pasado año no habíamos tenido que adoptar medida alguna. Ahora, estamos intentando mejorar nuestra productividad, ajustar algunos costes de estructura y unirnos al resto de empresarios para exigir un cambio en las medidas adoptadas que reviertan la situación a como estaba hace meses.
P. A día de hoy, ¿montaría un negocio nuevo con esta situación?
R. A un antiguo socio nuestro hace pocos meses le hice ver la situación actual de Melilla, ante su intención de abrir una franquicia de restauración muy conocida en el nuevo Centro Comercial y que ellos explotan en varias ciudades. Rehicieron sus estudios de mercado y, lógicamente, el resultado es que no han invertido en Melilla. Otros franquiciados no han podido ver lo que se les venía encima y ya están despidiendo empleados en los locales recién abiertos en el Parque Murias. Y no olvidemos la marcha de Zara que es muy significativa de la situación de nuestro comercio.
P. ¿Cómo se ha llegado a esta situación de “crisis” en las ventas?
R. Por la dificultad y falta de fluidez en la entrada de personas y el estrangulamiento y dificultades en la salida de mercancías.
P. ¿Son las nuevas tecnologías y la venta online una solución para su negocio?
R. En la logística las nuevas tecnologías son fundamentales y desde hace años hacemos un gran esfuerzo para mantenernos actualizados en las herramientas informáticas que necesitamos para la tramitación documental a la que nos obligan los distintos organismos púbicos y nuestros proveedores y clientes. La venta online en nuestra actividad no funciona, aunque la logística si es básica para el buen funcionamiento de la venta online y para ello estamos preparados.
P. ¿Cómo afecta el mal funcionamiento de los pasos a sus empresas?
R. Es el único pulmón de la parte de la Ciudad que no depende del Sector Público. Si la frontera no respira, se muere, aunque no nos guste decirlo ni escucharlo.
P. ¿Hay que cambiar el modelo económico en Melilla?
R. Por supuesto que hay que cambiar el actual modelo económico. No se puede depender del “monocultivo” que es el comercio. Pero antes, hay que solucionar el presente.

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Redacción

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