El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, anunció ayer en el descubrimiento de la placa de la calle dedicada a José Luis Fernández de la Torre, director provincial de Cultura y profesor del Leopoldo Queipo, que la Biblioteca Pública también llevará el nombre de este cervantino confeso, porque considera el mandatario melillense que es "un reconocimiento de justicia". La viuda de José Luis Fernández de la Torre y una de sus hijas, fueron las encargadas de descubrir, junto al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, la placa de la calle que a partir de ahora llevará el nombre de quien fuera durante diez años director provincial de Cultura y durante 24, profesor del Instituto Leopoldo Queipo. Imbroda afirmó que dedicarle una calle de la ciudad a Fernández de la Torre era "un acto justo, porque hay que ser agradecido a las personas que han hecho algo importante por la ciudad".
Afirmó que el homenajeado era un "hombre cultísimo, un erudito, un literato, un hombre amante de la cultura y de nuestro patrimonio". "A él le debemos muchas cosas", dijo, y es quien durante diez años fue director provincial de Cultura "tuvo una fecunda labor" como lo demuestra la creación del Hospital del Rey, recuperar las Cuevas del Conventico o declarar bien de interés cultural los fuertes exteriores. En resumen, indicó que se trata de una persona "a la que se le debe agradecimiento y reconocimiento". Por ese motivo anunció que además de la calle, se propondrá al Pleno que la Biblioteca Pública, de la que fue fundador, lleve también su nombre.
FAMILIA
En nombre de la familia, una de las hijas de José Luis Fernández de la Torre agradeció a la Ciudad Autónoma este reconocimiento, así como a las personas e instituciones "que desde hace un año han hecho lo posible para que esto sea una realidad". "Estamos muy orgullosas y satisfechas de pertenecer, en este sentido, a esta ciudad", dijo. Su padre tuvo conocimiento de que se estaba preparando este homenaje y "fue una de las alegrías íntimas más importantes de sus últimos meses de vida".
Afirmó que todo reconocimiento es importante, "pero este, para nosotros, tiene un valor especial por surgir de Melilla". Se mostró agradecida porque la propuesta se hubiese aprobado en pleno de forma unánime, por cuanto supone que el nombre de su padre se inscribe "de una forma indeleble en la memoria de la ciudad", al tiempo que "tiene un sentido de ejemplaridad, que es algo que agradecemos". Además de utilizar versos de Miguel Fernández, también copió a su padre, un cervantista reconocido, para definirlo con la frase del Quijote "podrán quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible".
A todos los presentes en el acto, grandes amigos de Fernández de la Torre, les agradeció su apoyo y afirmó que "volver a Melilla es motivo de satisfacción, un motivo de orgullo y me conmueve reencontrar ese panorama de los afectos que independientemente de estar en la diáspora siempre nos acompaña".
