La Guardia Civil ha rescatado a seis inmigrantes de origen magrebí, cinco de ellos argelinos adultos residentes en el CETI de Melilla y un menor marroquí en situación de desamparo, que estaban ocultos en el doble fondo de un camión para intentar llegar de forma irregular a la península como polizones. Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil, los hechos ocurrieron el pasado 18 de abril, durante los registros y reconocimientos de vehículos, bateas y camiones que realiza el instituto armado en el puerto como paso previo al embarque en los buques que conectan la ciudad con la península. La Guardia Civil localizó en uno de ellos un doble fondo practicado en la parte final de un contenedor, donde se ocultaban seis inmigrantes de origen magrebí desde hacía “bastantes horas”, según los indicios obtenidos por los agentes, si bien todos ellos se encuentran en buen estado y no requirieron atención sanitaria.
Para ocultar a los inmigrantes en este contenedor, que retornaba vacío a la península, habían acortado el espacio en su parte final en unos 60 centímetros, y para camuflarlo, habían superpuesto una plancha construida de forma artesanal en forma de corredera o cortina del mismo color para dar apariencia de normalidad.
Más intentos en vehículos y a nado
La Guardia Civil enmarca este suceso en el incremento de intentos de entrada al puerto mediante vehículos, después del refuerzo en las medidas de seguridad que se han establecido en las zonas donde se producían la mayor parte de las intrusiones irregulares en su zona restringida mediante vallas más altas y concertinas.
Según el instituto armado, estas medidas de seguridad han conllevado una disminución de entradas de personas en la zona de seguridad por el espaldón y otros lugares terrestres, pero ahora hay más intentos de acceso a los buques mediante vehículos y a nado, tácticas sobre las que la Guardia Civil ha advertido de su peligrosidad.
“El esfuerzo integral de la Comandancia se centra en velar por la seguridad de estas personas y su integridad física”, señaló la Guardia Civil en su comunicado, donde recuerda que los inmigrantes son localizados en numerosas ocasiones “en habitáculos muy peligrosos, reducidos e insalubres”.
En ellos “permanecen hacinados por un espacio de tiempo prolongado, lo que conlleva que caso de no ser localizados y rescatados, peligre seriamente su vida e integridad física”, hasta el punto de que “en muchas ocasiones no pueden salir por sus propios medios”.
En cuanto a los intentos a nado, la Guardia Civil destaca que el aumento de intentos por esta táctica se produce a veces saliendo desde el espigón del dique sur y otras desde las inmediaciones del puerto deportivo en dirección al puerto comercial, e incluso directamente hacia cualquiera de los buques comerciales que parten con destino a la península.
La Guardia Civil ha descubierto que en ocasiones que los inmigrantes que intentan llegar a nado llevan trajes de neopreno y aletas y portan bolsas impermeables con ropa seca en su interior, así como cuerdas con garfios y escaleras de cuerda de fabricación casera con ganchos para ayudarse en el escalo a los buques.
En este sentido, el instituto armado destaca que los lugares en los que suelen esconderse son “muy peligrosos para su integridad física, como suelen ser bajo las rampas, cerca de las hélices y portalones cerca del mar”.
La Guardia Civil trata de evitar esta forma de inmigración irregular ayudándose de los perros del Servicio Cinológico y aparatos de detección de latidos del corazón.
