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Exigencias selectivas

Llama la atención que la exigencia de disculpas que hace el PP no se extienda al desaparecido PPL, seguramente para no molestar a quien le garantiza la mayoría absoluta en la Asamblea. Y sorprende más aún que nadie de PPL lo haya hecho motu proprio, aunque sea para reconocer humildemente que se equivocaron con sus críticas y condenas sin sentencia El PP lleva casi una semana exigiendo por boca de diferentes portavoces que los partidos de la oposición se disculpen con el secretario general del partido, Miguel Marín, por el «linchamiento» que, dicen, ha sufrido éste por parte del resto de partidos en el Caso Arquitecto pese a existir otras resoluciones judiciales favorables que apuntaban a la inocencia del ex consejero. Los populares exigen disculpas, aunque seleccionando a quién las pide, excluyendo del requerimiento a otros que, por las razones que esgrime, también merecen ser incluidos en el mismo saco de la reclamación.
Sofía Acedo fue la primera en hacer ese requerimiento, y después le han seguido otros como Mari Carmen Dueñas y Mari Ángeles Gras, además del propio Marín, que fue el más explícito recordando los ataques de Coalición por Melilla, el PSOE y Ciudadanos. Pero paradójicamente, no mencionó a quienes tenía más cerca, los miembros del ya extinto PPL, partido que también se cebó con Marín y todos los dirigentes populares que se vieron inmersos en procedimientos judiciales. Muchos de esos miembros están ya integrados en el PP, e incluso dos de ellos, como la consejera de Presidencia, Paz Velázquez y el viceconsejero, Juan José Torreblanca, forman parte del Gobierno de la Ciudad Autónoma en cual PPL vetó su entrada y la de María Antonia Garbín por estar ambos procesados en procedimientos judiciales.
PPL criticó como el que más a Marín mientras estuvo en la oposición. Tras la absolución de Miguel Marín hace casi una semana, Paz Velázquez ha hecho mutis por el foro sobre este tema, del que no se ha pronunciado ni en las redes sociales ni en sus múltiples y diarias notas de prensa por su actividad como consejera.
Curiosa la ausencia de reacción por parte de Velázquez, que representa en la Asamblea al partido que condenó sin sentencia a Marín impidiendo que siguiera una legislatura más como consejero, como Imbroda reconoció hace unos días cuando dijo que de haber podido, quien ahora es su número 2 en el partido habría continuado en el Gobierno de Melilla, en el que llevaba más de una década. Por eso llama la atención que esa exigencia de disculpas que hace el PP no se extienda al desaparecido PPL, seguramente para no molestar a quien le garantiza la mayoría absoluta en la Asamblea. Y sorprende más aún que nadie de PPL lo haya hecho motu proprio, aunque sea para reconocer humildemente que se equivocaron primero con sus críticas e intentos de humillación en aquellos pseudo programas de bochornoso recuerdo que emitían por Internet y que Paz Velázquez presentaba, y después incluyendo en su acuerdo de gobernabilidad el requisito de excluir del Gobierno a los procesados, condenándolos sin sentencia, como hemos dicho antes.
Curioso, también, que PPL se mostrara inflexible en el cumplimiento de ese punto del acuerdo y, sin embargo, esté participando de lleno en el incumplimiento de otro, el de la presidencia de la Comisión de Control por un miembro de la oposición. Velázquez, ex PPL, está de acuerdo en cesar a Hassan Mohatar como presidente de esa comisión y nombrar a otro que, por lo que comentó días atrás Daniel Conesa, todo apunta a que será un diputado de las bancadas que sustentan del Gobierno. Esto deja en papel mojado el acuerdo de gobernabilidad, pero seguramente Paz Velázquez tampoco quiere contrariar a sus compañeros del PP a falta de un año para las elecciones autonómicas, a las que a buen seguro querrá concurrir bien posicionada en la lista electoral. El tiempo dirá si estamos ante otro triste ejemplo de exigencia selectiva.

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