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José Manuel de los Santos pide a los profesionales bajo su mando “disciplina, lealtad y compromiso”

El comandante general, junto a autoridades civiles y militares
(Autor: Guerrero)

Mantener el nivel de preparación y operatividad de las unidades de Melilla, son los objetivos fundamentales que se marca José Manuel de los Santos Granados como nuevo comandante general de la Ciudad . En su discurso de toma de posesión en la parada militar celebrada en la Base Alfonso XIII, el general de División pidió a "los soldados de España" bajo su mando, "disciplina, lealtad y compromiso" en el desempeño de sus responsabilidades. El salón del trono de la Comandancia General de Melilla acogió ayer la ceremonia de juramento del general de División José Manuel de los Santos Granados como nuevo comandante general, en un acto presidido por el teniente general de la Fuerza Terrestre Juan Gómez de Salazar Mínguez. Arroparon la ceremonia, además de la plana mayor de los distintos cuerpos y armas de las Fuerzas Armadas en Melilla, el delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, el presidente de la Ciudad Autónoma Juan José Imbroda y la senadora Sofía Acedo.

Tras la lectura de la orden ministerial por la que se nombra al nuevo máximo responsable del Ejército en Melilla, José Manuel de los Santos Granados tomó la palabra para proceder a la toma de posesión del cargo. "Juro por mi conciencia y honor, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado", expresó.

Base Alfonso XIII
Seguidamente, tras las fotografías protocolarias, los asistentes se desplazaron a la Base Alfonso XIII donde se desarrolló una parada militar como broche de la jornada.

Formaron en el patio central unidades de las distintas armas y cuerpos dependientes de la Comandancia General. Tras el pase de revista por el teniten general de la Fuerza Terrestre bajo los sones de la marcha militar "El abanico", se dio lectura a la orden ministerial de nombramiento del nuevo comandante general, para seguir con la entrega de mando del segundo jefe al nuevo máximo responsable de las Fuerzas Armadas en la ciudad.

Alocución
José Manuel de los Santos Granados, mostró en su alocución su agradecimiento al apoyo del teniente general Juan Gómez de Salazar en su nombramiento, así como a las autoridades civiles de la ciudad, cuya "presencia en este acto refleja la íntima e indisoluble relación de las Fuerzas Armadas con Melilla".

Afirmó que tomar el mando de comandante general es "un gran honor y una responsabilidad". El honor viene del hecho de asumir el mando de un "conjunto de unidades como la de Melilla", ciudad en la que nació y vivió sus primeros años. "Una responsabilidad no solo por las innumerables páginas de gloria de historia que acumulan estas unidades, sino también porque para mandar a alguien hay que ser tan buen profesional como el subordinado, y es extraordinariamente difícil".

Se dirigió a todos los componentes de la Comandancia General, a todos los militares destinados en Melilla, con los que dijo compartir "el orgullo de ostentar el título de ser soldados de España con mayúsculas". A ellos les dejó de manifiesto que en este tipo de actos el nuevo responsable establece las líneas de actuación y los objetivos del mando que se inicia, pero que en su caso el objetivo que establece es el de "mantener el nivel de preparación y operatividad de nuestras unidades".

Manifestó que aunque pueda parecer una meta "poco ambiciosa", afirmó que en su opinión "sería temerario intentar mejorar con carácter general ese nivel alcanzado por las unidades con la extraordinaria labor de mis antecesores". Para lograr mantener la preparación y operatividad, pidió a los presentes "dedicación, esfuerzo, amor al servicio, espíritu de sacrificio y tres cualidades que considero indispensables: disciplina, lealtad y compromiso".

Disciplina, por ser la columna vertebral de la institución militar, para evitar "desviaciones en los objetivos finales". Lealtad no entendida como ausencia de espíritu crítico, sino la asunción como algo propio, la decisiones que se adopten y "defenderlas hasta el final"; y compromiso como el asumido en la jura de bandera y que se traduce en el trabajo diario porque "todos tenemos la obligación de estar preparados y disponibles para ser empeñados donde España nos mande".

En respuesta a estas exigencias, el nuevo comandante general ofrece su "trabajo, dedicación, esfuerzo, ilusión, lealtad y compromiso". "Me comprometo con vosotros a mandaros", una labor que reconoció no resulta sencilla ni agradable en ocasiones, pero dejó de manifiesto que su obligación como jefe, será la de una "permanente preocupación por sus subordinados".

Como melillense, pidió a la Virgen de la Victoria y como Artillero, a Santa Bárbara, que en esta nueva etapa profesional "me den fortaleza, templanza, prudencia y justicia, las cuatro virtudes para poder acometer los nuevos cometidos y prestar el mejor servicio al Ejército y a nuestra querida patria". Con vivas a España, el Rey y el Ejército finalizó su intervención. Con el desfile de las fuerzas presentes se cerró el acto.

El comandante general, impresionado con Melilla y el Modernismo
Afirmó el comandante general que aunque nació en Melilla y se marchó de ella con nueve años, su regreso actual le ha permitido descubrir una nueva ciudad. "Se lo dije al presidente Imbroda, que es impresionante como está conservado la zona centro y eso ha exigido el esfuerzo de las administraciones y de los melillenses, porque conservar el centro modernista como está, es difícil", dijo. En la periferia "he notado más variación porque se ha construido mucho, pero es el crecimiento natural de una ciudad extraordinaria como Melilla".

Objetivos
A la pregunta de cuál es su objetivo operativo como nuevo comandante general, reiteró que es el de mantener el nivel de preparación y operatividad de las unidades. "Lo digo de verdad, mis antecesores han hecho una extraordinaria labor y es muy difícil mejorar algo cuando ya está bien hecho. Probablemente haya algún aspecto puntual que se pueda limar y ahí centraremos el empeño", manifestó.

José Manuel de los Santos señaló que si dentro de "unos años, cuando cese en el mando puedo decir que las unidades no han perdido ni un ápice de preparación y operatividad para ser desempeñadas por España cuando lo necesite, me iré encantado".

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Jesús Andújar

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