La Pascua Grande musulmana o Aid El Kebir, cuya celebración está prevista en el calendario laboral de Melilla el 22 de agosto, podría volver a celebrarse este año con borregos de Marruecos, después de que en los dos anteriores fuera imposible su importación debido a un brote de fiebre aftosa en el Magreb. La consejera de Presidencia y Salud Pública, Paz Velázquez, anunció ayer durante el Pleno de Control al Gobierno que dos ganaderías de Melilla están interesadas en importar borregos de Marruecos para que musulmanes de la ciudad puedan comprarlos y cumplir así el rito del sacrificio con animales procedentes del país vecino.
Ello será posible en virtud de la orden ministerial en la que está trabajando el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), que establece una serie de condiciones para que borregos procedentes de Marruecos puedan pasar la frontera hacia Melilla.
Estos requisitos, como señaló Velázquez, son los mismos que los que se incluyeron en la orden ministerial del año pasado, si bien en 2017 no fue importado ningún borrego al no cumplirse las condiciones por parte de quienes lo intentaron ni tampoco haber ganaderos en la ciudad que importaran animales de Marruecos, sino de la península.
Este año, el tercero desde que fue declarado un brote de fiebre aftosa en el Magreb, los melillenses musulmanes podrán volver a celebrar el Aid El Kebir con borregos de Marruecos porque, según indicó la consejera, hay dos ganaderías en Melilla que ya han mostrado su intención de importar animales procedentes del país vecino.
“Es una buena noticia para todos”, afirmó Velázquez, que como consejera se comprometió a “asesorar, apoyar y agilizar los trámites a quienes quieran emprender en esta empresa”, algo a lo que animó porque “haría un bien importante a la ciudadanía melillense y a la economía local”.
Explotación temporal
Además de estas dos ganaderías, Paz Velázquez señaló que hay una tercera legalmente constituida “y una cuarta en camino”, de ahí que rechazara la petición de Coalición por Melilla (CPM) para que la Ciudad Autónoma establezca explotaciones ganaderas temporales para importar borregos de Marruecos y “no poner en manos privadas la celebración de una festividad religiosa”.
Así lo aseveró la diputada de CPM y vicepresidenta segunda de la Asamblea, Dunia Almansouri, que abrió el Pleno de Control con esta interpelación, en la que reprochó a la Ciudad Autónoma que “no ha querido colaborar para que la celebración del Aid El Kebir llegue a buen puerto”.
Según Almansouri, el hecho de que la Ciudad Autónoma no ejerza en este asunto como un “cooperador necesario”, como establece la Constitución Española, se debe a “un complejo” del Gobierno de Melilla “por no admitir que casi el 50% de la población melillense es musulmana”, por lo que consideró que debe actuar en este tema “sin que le tiemble el pulso”.
“Tenemos que garantizar y exigir que desde lo público se cumpla lo necesario para el Aid El Kebir”, agregó la diputada cepemista tras incidir en esa petición recordando que “la idiosincrasia” de Melilla “obliga aún más a tener en cuenta ese principio de cooperación que establece la Carta Magna”.
Electoralismo
Sin embargo, Velázquez acusó a los cepemistas de “hacer electoralismo con algo tan delicado como la sanidad” y dejó claro que desde el PP y el Gobierno “se trabaja más que CPM por el Aid El Kebir”, logrando impulsar “una norma ad hoc para Melilla” que la convierte en la única autonomía española desde la que se pueden importar borregos de Marruecos.
La explotación que pide CPM, “más propia de Corea del Norte”
Paz Velázquez dejó claro que la propuesta de CPM de crear una explotación ganadera desde la Ciudad Autónoma es inviable, ya que “plantearía muchos problemas de difícil solución”, entre ellos una serie de gastos públicos que no se podrían justificar, además de que la Administración no puede crear una competencia desleal a una iniciativa privada que en este caso sí existe.
Por ello, reprochó a CPM que su idea “es más propia de países comunistas, como Corea del Norte, que de una economía de libre mercado”, y devolvió a los cepemistas su petición de reflexión porque “no se puede gobernar amparado solo en un sector de la población, y menos manipulando con asuntos delicados”, utilizando el Aid El Kebir como “un filón político muy rentable”.
De esta forma, Velázquez respondía a Dunia Almansouri, que minutos antes llamaba a la reflexión del Gobierno, al que pedía que recapacitara para “dar una solución a todos los ciudadanos de Melilla” y “evitar la crispación ante este asunto” en el que, a su juicio, toda la Asamblea debía responsabilizarse para que los musulmanes melillenses puedan celebrar su pascua “acorde a su cultura y tradiciones”.
