Un árbol de grandes dimensiones yace muerto, con las ramas taladas y arrancado del suelo, en los alrededores de la carretera del aeropuerto. Algunos melillenses, indignados, han puesto el grito en el cielo ante lo que consideran la muerte innecesaria de “uno de los pocos árboles monumentales que quedan en la ciudad” precisamente a manos de quien supuestamente debería conservarlos y cuidarlos, ya que el árbol hubo de ser arrancado al no recuperarse de una poda extrema a la que fue sometido por el servicio de jardinería de la empresa contratada por la Ciudad Autónoma. Algunos melillenses han querido mostrar su “dolor e impotencia” ante la tala indiscriminada de árboles “sanos, hermosos y en plena savia” a manos justamente de quienes deberían protegerlos, la empresa de jardinería y mantenimiento contratada por la Ciudad Autónoma.
Cabe preguntarse si lo que se ve en la imagen que ilustra la noticia es fruto de una buena conservación; este árbol cercano a la carretera del aeropuerto, según denuncian, ha tenido que ser arrancado “cruelmente” del suelo después de habérsele realizado una poda tan extrema que sencillamente no ha podido recuperarse de la “agresión”, muriendo a consecuencia de la propia labor de conservación. “Talar de esta forma es mortífera, no ayuda al árbol sino que lo pone en riesgo de muerte. ¿quien ha implantado este estilo de tala que no se practica en ningún sitio del mundo?” se preguntan los melillenses en la calle.
Este ejemplar era uno de los pocos árboles monumentales que quedan en la ciudad “dañada cruelmente por los jardineros”, y los melillenses piden que se tomen cartas en el asunto y se aumente la conservación de estos árboles, implementando un estilo de tala menos agresivo y más respetuoso con la salud de los mismos.
