La Casa de Melilla en Málaga celebró el pasado fin de semana la Festividad de la Cruz de Mayo, en su sede de Plaza de Basconia como viene siendo tradicional desde su fundación, como otro acto de conmemoración de festejos y costumbres tan arraigadas en estas tierras andaluzas y de recuerdo de las que se ofrecían en Melilla. Una monumental Cruz de Mayo lucía en el escenario del Salón Rusadir de la entidad melillense en Málaga, fruto de un excelente trabajo de los socios encabezados por Rafael Ruiz y la entusiasta ayuda de Domingo Lluis y Francisco Andrade, donde habían creado con un exquisito gusto un florido patio cubierto de elegantes mantones y abanicos, con una cruz central de flores rojas, rodeada de bellas macetas con plantas y flores de vivos colores, con pozo, cantaros y pájaros inquietos que acompañaron con sus trinos las bellas canciones que el coro Brisa Malagueña, dirigido por la genial Isabel López Mayorga, interpretó durante la bendición que el Párroco Francisco Molina, de la vecina Iglesia de la Purísima realizó. Se cerró el acto entonando junto al coro al Salve Rociera. Gran fiesta para el recuerdo con final de almuerzo de hermandad y brindis especial de la Casa de Melilla con recuerdo a la querida ciudad. La Casa de Melilla en Málaga celebró el pasado fin de semana la Festividad de la Cruz de Mayo, en su sede de Plaza de Basconia como viene siendo tradicional desde su fundación, como otro acto de conmemoración de festejos y costumbres tan arraigadas en estas tierras andaluzas y de recuerdo de las que se ofrecían en Melilla. Una monumental Cruz de Mayo lucía en el escenario del Salón Rusadir de la entidad melillense en Málaga, fruto de un excelente trabajo de los socios encabezados por Rafael Ruiz y la entusiasta ayuda de Domingo Lluis y Francisco Andrade, donde habían creado con un exquisito gusto un florido patio cubierto de elegantes mantones y abanicos, con una cruz central de flores rojas, rodeada de bellas macetas con plantas y flores de vivos colores, con pozo, cantaros y pájaros inquietos que acompañaron con sus trinos las bellas canciones que el coro Brisa Malagueña, dirigido por la genial Isabel López Mayorga, interpretó durante la bendición que el Párroco Francisco Molina, de la vecina Iglesia de la Purísima realizó. Se cerró el acto entonando junto al coro al Salve Rociera. Gran fiesta para el recuerdo con final de almuerzo de hermandad y brindis especial de la Casa de Melilla con recuerdo a la querida ciudad.
