Sobre las 4 de la madrugada del 29 de abril de 2017 se produjo un robo en el interior de un vehículo estacionado en la calle Ibáñez Marín. El ladrón, para acceder al interior del coche, rompió las ventanillas traseras, causándole daños por valor de 358 euros. El acusado, que fue identificado por su vestimenta, negó su implicación en los hechos y presentó una testigo que corroboraba su versión. El Ministerio Fiscal interesó para el acusado una pena de 11 meses de cárcel y 358 euros de indemnización. Sobre las 4 de la madrugada del día 29 de abril de 2017 se produjo un robo en un vehículo estacionado en la calle Ibáñez Marín.
Según la Fiscalía, el acusado, quien fue reconocido por su vestimenta -todo de negro, exceptuando unas zapatillas de color fosforescente-, se aproximó al vehículo modelo Citröen Berlingo con el ánimo de sustraer todo cuanto hubiera de valor en su interior, rompiendo las ventanillas traseras del coche y provocando daños valorados en 358 euros.
Los vecinos dieron la alerta y el hombre fue detenido en la carretera de Hidum, cerca de la rotonda de las Palmeras.
El acusado negó haber tenido nada que ver con los hechos, afirmando que él se encontraba “recién salido de un coma de 8 días” en aquellos momentos, a raíz de una bronconeumonía altamente incapacitante. Así mismo, afirmó que, pese a sus numerosos antecedentes penales, en ese momento se encontraba trabajando en los Planes de Empleo y “no tenía necesidad” ni “el cuerpo para trotes”. La defensa del acusado aportó, además, una testigo que se encontraba con él “comiendo un bocadillo de pinchitos” en la calle mientras sucedían los hechos.
Esta testigo afirmó haber visto, minutos antes de la detención, a varios menores portando unas bombonas de butano -cuya sustracción fue denunciada por el propietario del vehículo-.
El propietario declaró para poner de manifiesto el perjuicio que le supuso el robo, dado que le sustrajeron tanto la documentación del vehículo como el pasaporte, documentos que fueron encontrados tiempo después en Marruecos; “menos mal que lo denuncié, porque si no podría haber tenido un follón allí”, declaró.
El Ministerio Fiscal interesó para el acusado la imposición de una pena de 11 meses de cárcel por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa -no se le encontró encima ningún efecto sustraído- sin posibilidad de suspensión de la pena, dado que cuenta con hasta 12 hojas de antecedentes penales.
La defensa, por su parte, pidió la absolución de su patrocinado basándose en la falta de pruebas y en la declaración de la testigo que le situaba en el otro extremo de la calle en el momento en que sucedieron los hechos.
