Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Los pequeños de entre 6 a 20 años han aprendido a hacer una ensalada, macedonia de frutas, masa para pizzas, tortilla francesa y tarta de chocolate

Diez niños con patologías visuales se convierten en auténticos cocineros

Los diez participantes en este curso de cocina junto a los profesores

Gracias a un convenio en Melilla entre el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) y la Once en colaboración con el Instituto Juan Antonio Fernández, diez niños con patologías visuales como la ceguera o baja agudeza visual se han convertido en auténticos cocineros. Los pequeños de entre 6 a 20 años han aprendido a utilizar la vitrocerámica, cazos, sartenes, cortar, pelar, amasar realizando en este curso una ensalada con ingredientes como el tomate o atún, macedonia de frutas, masa para pizzas, tortilla francesa y tarta de chocolate. Remedios Rodríguez, una de las profesoras del convenio del Ministerio, señala que "nosotras atendemos a los alumnos en los centros educativos pero no solo trabajamos las aéreas curriculares como la lengua o las matemáticas sino el desarrollo de la persona, tener una buena autoestima, independencia, autonomía y se trabajan otras habilidades como las relaciones sociales, higiene, aseo, movilidad y uno de estos aspectos ha sido el de la cocina".

Los alumnos y las familias han aprendido unas habilidades básicas que pueden tener en casa con un orden y un etiquetado de los materiales para que puedan utilizarlos como la placa vitrocerámica, cazos, sartenes, cortar, pelar, amasar, y en general, todo lo que se puede hacer en una cocina.

En estas cinco sesiones a lo largo de todo el curso han hecho un bocadillo, una ensalada con lechuga, tomate, atún, una macedonia, masa para pizzas, hojaldres, tortilla francesa y tarta de chocolate.
"Los materiales tienen que ser adaptados a ellos por ejemplo en la receta para los niños que son ciegos tienen que estar los ingredientes en braille y los videntes con un tamaño de letra mayor. Las basculas para pesar eran parlantes, los medidores de líquidos estaban etiquetados, para la vitrocerámica hemos puesto unos señalizadores de silicona y han aprendido a diferenciar el azúcar con la harina a través de olores y el corte de los alimentos", indica.

Remedios Rodríguez explica que "la importancia de esta actividad es que ellos puedan hacerlos solos en casa, y hemos contado con tres profesores y los alumnos del ciclo del Grado Medio de Cocina y Hostelería. Además, ellos luego se han puesto unas gafas que estimulan las patologías visuales como la ceguera, el campo visual reducido o baja agudeza visual para ponerse en la piel de estas personas".

Loading

Lorena Japon

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€