El primer partido de cuartos de final de la jornada de ayer viernes, lo han jugado en la pista central (pista Manolo Santana) el serbio Dusan Lajovic y el surafricano Kavin Anderson del cuadro masculino y que ha roto la racha de empezar la jornada con representantes del cuadro femenino… Ha ganado el surafricano en tres sets, 7/6, 3/6 y 6/3. Un resultado apretado, partido duro y largo, como corresponde a cuartos de final de un torneo «máster 1000» del circuito. Después de ver el jueves cómo jugó y le ganó Lajovic a Del Potro, pensaba que este viernes podría hacer lo mismo con Kavin Anderson, que es un jugador «larguirucho», pegador con gran saque y mejor volea, pero que no anda excesivamente sobrado de talento y que después de la jornada del jueves, constaté que sí le sobra al serbio. Pero ha entrado en juego el factor cansancio. Lajovic tuvo que exprimirse al máximo para vencer en otro largo y tenso partido al argentino de Tandil, lo que para el serbio casi supuso un triunfo como si hubiera ganado el título, ¡y al día siguiente a primera hora, cuartos de final contra Anderson!, demasiado. A mi modesto entender, el surafricano no es un especialista de tierra, pero a la altura que está Madrid, donde la pelota «vuela» con un saque excelente y ajustado a los ángulos, poco partidario de alargar los puntos y atacando más de lo normal en una superficie como esta, se ha llevado el partido, no sin una dura batalla al que le ha obligado un Lajovic cansado, peor con talento, ganas y motivación.Pero ha entrado en juego el factor cansancio. Lajovic tuvo que exprimirse al máximo para vencer en otro largo y tenso partido al argentino de Tandil, lo que para el serbio casi supuso un triunfo como si hubiera ganado el título, ¡y al día siguiente a primera hora, cuartos de final contra Anderson!, demasiado. A mi modesto entender, el surafricano no es un especialista de tierra, pero a la altura que está Madrid, donde la pelota «vuela» con un saque excelente y ajustado a los ángulos, poco partidario de alargar los puntos y atacando más de lo normal en una superficie como esta, se ha llevado el partido, no sin una dura batalla al que le ha obligado un Lajovic cansado, peor con talento, ganas y motivación.A continuación, han saltado a la pista la francesa Caroline García y la holandesa Kiki Bertens, que han ofrecido un muy buen partido en la que ha vencido la holandesa por un claro 6/2 y 6/2, y con ello logra estar en la final de este sábado. Gran jugadora esta Bertens, fuerte, con saque potente, gran derecha, pocos errores no forzados sonriente y positiva en su ánimo. Dará que hablar en el futuro. Seguidamente les escribo sobre la gran sorpresa, aunque no tanto, del torneo y creo incluso de la temporada, hasta el momento. Insisto en lo de «no tanto», porque Dominic Thiem, que así se llama el austriaco titular de la hazaña, ya había derrotado hace un año ni más ni menos que en superficie de tierra a Rafael Nadal, sujeto pasivo de la hazaña del austriaco, en el Foro Itálico de Roma (Torneo Internacional de Italia, que se juega la semana que viene). Y va este viernes el austriaco y repite la hazaña y vence otra vez al mallorquín, también en tierra por 7/5 y 6/3, esta vez en Madrid. Esta semana en un set de entrenamiento entre ambos, fui testigo de una victoria de Thiem. ¿Qué pasa aquí? Pues pasa que D. Thiem es un extraordinario jugador, que tiene muy, muy buenos muchos golpes: el drive paralelo es demoledor, el saque excelente, aunque haya hecho alguna doble falta en algún momento decisivo, plena confianza en sus posibilidades, gran revés, respeta al contrario y gran poder de concentración. Vamos, que podría ser el sustituto en un futuro más bien próximo de Rafa y si se me apura de Federer, aunque no sea tan genial como este. Y también pasa, que todo hay que decirlo, que Nadal hoy ha estado fatal, dado su nivel. En el séptimo juego del segundo set, ha hecho dos dobles faltas seguidas, cosa inaudita en él. Su juego ha sido demasiado monótono, poca variedad. Para mí le he visto cansado física y mentalmente. Es el número uno del mundo y su obligación es la de ganar todos los partidos, pero en Madrid es todavía peor la presión, porque parece como que si no gana el torneo alguien le va a penalizar encima. Su famoso golpe de derecha al revés del contrario, que percute como un martillo pilón y destroza, al contrario, parece que no hace demasiada mella en Thiem, que se tiene bien estudiado ese golpe y encima contrataca y se suele llevar el punto. Un jugador con carisma el austriaco, que además no tiene un especial afán de protagonismo y cae simpático al público de Madrid, incluso cuando gana a su Nadal del alma.A Nadal le queda la gloria, que, seguro que le va a durar bastante, de haber batido en el torneo el «récord mundial» de haber ganado 50 sets seguidos en tierra, desde el año pasado en Roma que había perdido precisamente con el austriaco. Esperemos que le dure al mallorquín este récord.No quedan ya españoles en el torneo. Mala noticia para todos y para la organización también.
