Dos facultativos del Hospital Comarcal, Mohamed Mohamed y José David Fernández, presentaron esta semana un díptico del INGESA con recomendaciones dirigidas a la población diabética musulmana, realizando recomendaciones sanitarias para que estas personas puedan pasar el mes de manera segura y saludable. Mohamed, anestesiólogo del Hospital, atendió a Melilla Hoy para tratar el tema del ayuno en Ramadán y quiso recordar a los miembros de la comunidad que medicina y religión van de la mano a la hora de llevar a cabo el ayuno, dado que la religión prima el bienestar de los fieles y el Corán exime a los enfermos del ayuno.
El Ramadán, mes santo para todos los musulmanes, se caracteriza por la práctica del ayuno desde la salida hasta la puesta del sol. El ayuno es una práctica, en este caso religiosa , que, según comenta a MELILLA HOY el doctor Mohamed Mohamed Mohtar, anestesiólogo del Hospital Comarcal, ha demostrado ser beneficiosa en personas problemas de salud, pero que puede suponer un riesgo -si se realiza sin supervisión médica- para aquellas personas que sí sufren trastornos como la diabetes.
El facultativo Mohamed Mohamed Mohtar recuerda que, desde un punto de vista religioso, el Corán exime a los fieles de realizar el ayuno en el caso de tener problemas de salud -”Dios quiere lo fácil, no lo difícil, recuerda”- y avala el seguimiento del consejo y la asistencia médica, dado que los especialistas recomiendan que todos aquellos musulmanes que padezcan diabetes se sometan a un estricto control médico, que debe llevar aparejado la elaboración de un plan de tratamiento de la diabetes.
En el caso de las diabetes Tipo I (insulinodependientes), la puesta en práctica del ayuno es más complicada y requiere una mayor supervisión, aunque ya existen programas con personas que utilizan una bomba de insulina.
Consejos dietéticos
Si bien “cada diabetes es diferente”, como nos recuerda el facultativo, hay una serie de sencillos consejos dietéticos que los enfermos pueden aplicar para pasar un Ramadán saludable. Dichas recomendaciones incluyen la separación de las comidas (4 o 5 horas), llevar siempre suplementos de glucosa para prevenir hipoglucemias, utilizar edulcorantes para evitar las hiperglucemias, consumir porciones pequeñas y programar las comidas de manera que el Iftar (la ruptura del ayuno) sea ligero, seguido de una ‘Isha Tawarah (segunda comida) más completa y finalizando con un Suhr que debería contener una buena proporción de azúcares lentos (pasta, cereales, arroz, sémolas, etc), productos lácteos y fruta.
Así mismo, los especialistas recomiendan a los diabéticos evitar en esta época el consumo de comidas ricas en grasas saturadas, como el ghee, las samosas y las pakoras.
La importancia de la educación sanitaria de la comunidad
Contra pensamientos radicales y perjudiciales para la salud, el doctor Mohamed recuerda que “no es más religioso el que peor lo pasa o el que más se perjudica” y que el Ramadán “consiste en realizar un esfuerzo” pero que dicho esfuerzo es exclusivamente producto de una decisión personal y no debe perjudicar nunca la salud de la persona.
En este punto, el doctor destaca la importancia que tiene la educación sanitaria de la comunidad musulmana para evitar que se de un aumento de las asistencias hospitalarias relacionadas con cetoacidosis diabéticas, dispepsias y otros problemas relacionados con la mala gestión de la alimentación en una época en la que es habitual que se cometan excesos perjudiciales para la salud.
El INGESA publicó esta semana un díptico en es que se recogen diferentes recomendaciones relacionadas con la práctica segura del ayuno en Ramadán, dirigido específicamente a la población diabética.
