La seriedad, ¿qué es? Es ponerse serio o decir cosas serias. Se pueden decir cosas serias con un acento desenfadado y se pueden decir tonterías con un acento serio. El tiempo que vivimos es un tiempo donde la verdad es una arrogante compostura. Fachada sin contenido es lo que vende hoy. Todo muy bien envuelto, pero sin valor alguno. Se venden palabras, se vende todo lo que se puede vender. El mundo es una enorme fábrica de productos vendibles. A cada una de sus producciones le da un precio. El hombre del mundo tiene un valor. Lo alcanza y se elimina.
Los norteamericanos tienen un fin: alcanzar el millón de dólares. Cuando lo consiguen, quien lo consigue, no es nadie. El mundo da un valor a cada cosa que pertenece al mundo. La tierra por el contrario no valora nada, porque todo lo que pertenece a ella, no tiene valor, tiene eternidad.
El valor surge de un tiempo, de un ciclo, de una limitación. El valor es aquello que es temporal, pues en su mismo afán de valorarse, demuestra su imposibilidad de ser valor. Dime de qué presumes y te diré de qué adoleces.
La tierra no es el mundo. El mundo es el espectáculo, el poder, el mando, la fuerza, el dinero, todo lo que necesita valorarse para ser. Eso es el mundo. Y el mundo tiene sus profetas, sus augures, sus predicadores, sus representantes, sus habitantes… que luchan por ser, pero que no son. Por eso luchan por ser.
La tierra, es de los mansos. Los mansos no son débiles, sino los que no necesitan luchar para ser, porque son. Esa es la diferencia entre el mundo y la tierra.
El mundo es una situación, un tiempo, una confusión.
La tierra es un orden, un ritmo, una armonía.
En el mundo se nace y se muere.
En la tierra se está.
Esa es la diferencia entre el mundo y la tierra.
Al mundo no lo destrozará una guerra atómica ocasionada por Norteamérica, ni Rusia, ni por los árabes, porque el mundo no es ni Norteamérica, ni Rusia, ni los árabes. El mundo es una energía negativa que marcha hacia su propia destrucción. Por ser confusa. Ante el orden se autodestruye.
¿Cómo se consigue pasar del mundo a la tierra?… Naciendo de uno mismo. ¿Qué es nacer de uno mismo? Salir del mundo para ver la tierra. Dejar de reproducirse para ser. Nacer de ti, es ser tu. Reproducirte es tener unos movimientos automáticos; unos conocimientos, impuestos; una educación legada. (No estoy muy seguro de que la educación no engendre la xenofobia). Ser tú es tener opción a ver las cosas bajo tu propio criterio. Pero antes has de tener criterio para ver las cosas.
Los milagros se suceden de continuo, lo que ocurre es que apenas nos damos cuenta de ellos. Nacer de ti mismo es dejar de pertenecer al mundo y ver la tierra. No es mirar con los ojos de la máquina que te dieron, sino con tu propia razón unida al equilibrio universal. Nacer de ti es sentirte inmensamente vivo, ya que es notar la vida. No vivirla. Ser la vida. Yo soy el camino, la verdad y la vida… esas palabras tendrán plena vigencia en este milenio.
Buenos días y…….ya sé lo que vas a decir.
