El salón de actos del Hospital Comarcal de Melilla acogió el viernes al acto de clausura del ciclo formativo de la XII Promoción de Enfermería Interno Residente de la especialidad Obstétrico-Ginecológica (matrona), que durante dos años ha cursado estudios en el Área de Salud de Melilla, dependiente del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA). Acompañados por sus familiares, amistades y compañeros y compañeras de estudios, así como de tutores y profesionales de la sanidad con los que han convivido durante su etapa formativa, los cuatro integrantes de la promoción recibieron los títulos y certificados acreditativos de haber cursado la especialidad, así como un obsequio del INGESA como recordatorio de su estancia en la ciudad.
El acto de clausura lo abrió María Jesús Romero Pinto, matrona y tutora de la Unidad Docente, quien destacó la importancia del fin de ciclo formativo para las vidas profesionales de las nuevas matronas. No obstante, resaltó que la formación debe ser continua adaptándose a los cambios que se vayan produciendo.
Paciencia y paciencia
Destacó Romero que la especialidad de matronas interviene en un momento muy importante de la vida y que, por ello, hay que ser, en primer lugar, una buena profesional y, después, cumplir con las cinco virtudes que debe tener una buena matrona: "paciencia, paciencia, paciencia, inteligencia y conciencia".
En su intervención Romero brindó su apoyo en el futuro, tanto a las matronas que permanezcan en la ciudad como aquellas que decidan emprender nuevos destinos profesionales.
Seguidamente tomó la palabra la directora de Enfermería de Atención Especializada, Pilar Pérez, quien felicitó a las cuatro nuevas matronas por conseguir "con esfuerzo y tesón" el sueño de realizar la especialidad como "consolidación de la vida profesional". A continuación Pérez reconoció el esfuerzo de la coordinadora, tutoras y personal de la Unidad Docente de Matronas para conseguir que, un año más, continúe la formación especializada de Sanidad en la ciudad.
Pilar Pérez destacó que la vocación y entrega debe imperar en quienes se dedican al ámbito de la salud y, sobre todo, "una dedicación que, a veces, no encaja bien dentro del corsé laboral".
Lugar a la vida
En tercer lugar intervino el director territorial del INGESA, Francisco Robles, quien agradeció la presencia de los familiares y destacó que para él los actos de recepción o clausura de los ciclos formativos "son muy gratificantes", en el sentido de que todas las profesiones sanitarias tienen una parte de "vocación, humanidad" que, en el caso de las matronas, "sea más palpable" porque con su trabajo "dan lugar a la vida", hecho que no se da en otras especialidades que luchan contra la enfermedad.
Destacó el reto del INGESA por la formación especializada y aseguró que la promoción, tras su estancia en Melilla con el alto número de partos, está preparada para afrontar los futuros retos profesionales. Robles apuntó que las nuevas matronas pueden seguir en Melilla porque existe una bolsa de trabajo y que si deciden partir a otros destinos abogó porque sigan formándose y no rompan los vínculos con los compañeras y tutoras de la Unidad Docente de Matronas.
A continuación recibieron sus títulos y diplomas acreditativos las integrantes de la XII EIR de Enfermería Obstétrico-Ginecológica: Raquel de Rita Pastor, María Fernanda Llamas López-Navarrete, Juan Miguel Millán Moreno y Carmen Navarro Miras.
Antes de cerrar el acto, las cuatro matronas dieron las gracias públicamente a sus familiares por acompañarles en el acto y agradecieron el apoyo y la ayuda que han recibido durante su estancia en Melilla del profesorado, compañeros de estudios y personal del INGESA..
