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CICLISMO - COMPETICIÓN

Santiago Montoya gana la segunda prueba del Campeonato Autonómico en la especialidad de Carretera

La prueba se resolvió al sprint

Al término de la carrera se llevó a cabo el acto de entrega de medallas y de cheques regalos en material deportivo a los tres primeros clasificados de cada categoría en el mismo Paseo Marítimo.
Cabe destacar que en la clasificación por clubes queda liderada por el Ciclotur Melilla, con 79 puntos, seguido del Gravity Bikes, con 69, del Don Bici Melilla, con 17, y por el Ciudad Autónoma de Melilla, con 2 puntos.
La próxima cita con el ciclismo local será el próximo sábado 9 de junio, con la disputa de la cuarta y última prueba del Campeonato Autonómico de BTT.

El pasado domingo se celebraba la segunda prueba del Campeonato Autonómico de Ciclismo en la especialidad de Carretera, sobre un circuito de 2,4 kilómetros ubicado en el Paseo Marítimo de Horcas Coloradas.
Esta competición, valedera para el X Trofeo Federación-Gran Premio SEUR, contó con una alta participación, estando presentes todos los corredores que, a priori, poseen opciones de victoria en cada una de las categorías, así como aquellos que coparon los primeros lugares de la general en la primera carrera que tuvo lugar el pasado día 4 de marzo de 2018.
Para esta segunda cita de la temporada de carretera, la Federación Melillense de Ciclismo había vuelto a recurrir al circuito situado en el Paseo Marítimo de Horcas Coloradas, el cual es muy rodador, pero al mismo tiempo duro, puesto que fueron incluidas las dos rampas que se encuentran en la zona de la playa, al igual que la que da acceso a la carretera de la Alcazaba, que resultaba muy propicia para ataques, tal y como sucedió este pasado domingo.
De este modo, a las 09’15 horas, se procedía a la apertura del plazo para la retirada de dorsales por parte de todos los ciclistas inscritos. Un total de 41 corredores, pertenecientes a los diferentes clubes ciclistas de nuestra ciudad, se dieron cita para tomar parte en la carrera. A las 10’00 horas se daba la salida, en una primera manga, a los ciclistas de las categorías Promesas y Principiantes, quienes debieron completar dos y cuatro vueltas, respectivamente, a un circuito acotado en la zona de Meta.
En alevines, Luis Castro Jurado volvió a brillar con luz propia e hizo una auténtica exhibición, a pesar de su corta edad. Sin lugar a duda, Luis está llamado a ser uno de los más prometedores del ciclismo melillense. Por su parte, en la categoría de Promesas, Rubén García Domínguez (Club Ciclotur Melilla) se impuso con claridad, en una carrera dominada desde el principio.
Finalizada la prueba de los más pequeños, se formaba la parrilla de salida para los ciclistas de las categorías desde Cadetes hasta Máster 50. Antes del comienzo, Guillermo Moreno Rosa, ex presidente de la Federación Melillense de Ciclismo, hizo lectura de una carta de agradecimiento y en memoria del don José Otero Moldes, fiel colaborador de la Territorial de Ciclismo durante la última década, que falleció el pasado 2 de mayo después de luchar contra una dura enfermedad. Tras la lectura de la carta dedicatoria, se hizo entrega de una placa de reconocimiento por parte la Federación, Clubes y ciclistas de Melilla, así como de un ramo de flores, a la esposa e hijos de José Otero y, seguidamente, se guardó un minuto de silencio en su memoria. Descanse en paz.
Después del homenaje póstumo a José Otero Moldes, se dio la salida a esta segunda manga de la prueba, en la que participaron todos y cada uno de los corredores favoritos para la clasificación general. Desde el inicio la carrera fue espectacular y bastante alocada. No en vano, en los primeros ocho kilómetros se rodó a un ritmo infernal, con constantes tirones y ataques que buscaban hacer una primera selección. Sin embargo, el buen nivel de forma física en el que están los corredores melillenses a estas alturas del mes de mayo evitó la pérdida de unidades, por lo que el pelotón que se formó resultó bastante numeroso.
Entre los kilómetros 10 y 15 de carrera, hubo una pequeña tregua, pudiendo los ciclistas tomar algo de aire y recuperarse de la fatiga acumulada en las primeras vueltas. No obstante, Santi Montoya (Gravity Bikes) rompió dicha tregua al lanzar un potente ataque que obligó al grueso del pelotón a estirarse. Como consecuencia de dicho ataque, el grupo se fraccionó en tres de ocho y nueve corredores, marchando en cada uno de ellos corredores de buen nivel que se afanaban en reducir distancia con respecto a los grupos que le precedían.
Desde el kilómetro 20 al 30, aproximadamente, la colaboración entre todos los participantes permitió que, de nuevo, el pelotón principal se reagrupara, formando uno nuevo de quince corredores. Sin embargo, sucesivas intentonas de fuga provocaron otras roturas y, por lo tanto, la pérdida de contacto de corredores que acababan de integrarse en el seno del pelotón principal.
Ya en la última vuelta, a falta de tan solo 2,4 kilómetros para el final, todo hacía presagiar que el desenlace de esta segunda prueba del Autonómico de Ciclismo en Carretera sería al sprint. De esta foema, desde la línea de Meta se pudo ver una espectacular e igualadísima lucha por la victoria entre los corredores del pelotón principal, del cual se destacaron tres, dos del Gravity y uno del Ciclotur. Tras una apretadísima llegada, la victoria recayó en Santiago Montoya Carrelero (Gravity Bikes), seguido del líder de la general Oualid Azdad (Club Ciclotur) y de Alejandro Díez (Gravity Bikes), los tres en un pañuelo. Los jueces tuvieron que visionar en varias ocasiones la grabación de la llegada.

Dedicatoria a un gran amigo del ciclismo y de la vida – POR GUILLERMO MORENO ROSA, EX PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN MELILLENSE DE CICLISMO

El pasado día 2 de mayo se nos marchó para siempre nuestro querido amigo y gran colaborador de la Federación Melillense de Ciclismo, don José Otero Moldes. Muchos de nosotros no conocimos la noticia hasta hace bien poco. La rutina, el paso de los días y, sobre todo, la confianza puesta en su fortaleza y determinación nos hizo pensar que sería capaz de superar esta papeleta que le había tocado vivir, y que todo quedaría como un mal recuerdo. Sin embargo, a pesar de haber sido tan fuerte y valiente durante su vida, la enfermedad le atacó con saña y finalmente pudo con él, abandonando este mundo más bien demasiado pronto y con muchas cosas aún por vivir.
Aquí deja a una maravillosa familia y a una gran cantidad de amigos que nunca olvidarán su forma de ser, su honestidad, humanidad, humildad, generosidad, fortaleza y saber estar. Siempre echaremos en falta su presencia y su simpatía. Siempre cultivando la amistad y el buen ambiente, puesto que tenía muy claro que la vida había que disfrutarla y compartirla con alegría, máxime si se estaba en compañía de personas que ya formábamos una pequeña parte de su vida. Siempre generoso en el trabajo y comprometido con ayudar a los demás, siempre con seriedad, siempre con determinación.
Para la Federación Melillense de Ciclismo y para los que formamos o hemos formado parte de la misma, José Otero Moldes deja una huella imborrable. Ha sido una persona fundamental. Ha sido un verdadero pilar sobre el que se ha apoyado una gran cantidad de trabajo y, sobre todo, una persona que ha demostrado una gran fidelidad a lo largo de más de diez años, en todos y cada uno de los eventos que desde la misma se han organizado.
Como buen hombre de la mar, era el primero en llegar y el último en irse del buque junto con el capitán. Menuda tranquilidad daba cuando ya esperaba en la Federación para preparar toda la logística de las carreras, aun cuando no había amanecido. Cuantos madrugones, cuantas horas de sol, cuantos días de viento, de frío, de lluvia y de barro, cuanto compromiso sin esperar ni pedir nada a cambio. Cuantas experiencias vividas y cuanto trabajo realizado con la única remuneración de ver al resto de personas de su alrededor feliz.
A José se le debe mucho pues bastante ha aportado al ciclismo. No porque fuese un aficionado a este deporte sino más bien porque él veía que esta entidad, esta estructura necesitaba gente para seguir adelante. Él llegó a esta Federación como un padre más, comprometido con la formación de sus hijos, los cuales se encontraban inscritos en la Escuela de Ciclismo. Un día, en una carrera cualquiera arrimó el hombro. Después de ese día vinieron más y más, hasta que llegó el día en el que ofertó su teléfono y su compromiso de colaboración sin esperar nada a cambio. Siempre cumpliendo a pesar de que en ocasiones coincidían celebraciones familiares y compromisos personales, los cuales exigirían al resto una dispensa. Donde nadie llegaba él si lo lograba, donde nadie podía él si lo conseguía.
Es por ello que la Federación, los clubes y los ciclistas de Melilla le debemos este sentido homenaje, con profundo respeto a su familia, a don José Otero Moldes, por su ayuda, compromiso y contribución al deporte del ciclismo en nuestra ciudad, Gracias a ti José, por hacer realidad el sueño del ciclismo, y gracias por haberme ayudado tanto, por haberme servido junto a Guillermo, Soraya, Antonio, Luismi y Dani de apoyo durante todos estos años. Siempre estarás en nuestro recuerdo y en nuestros corazones, siempre con tu sonrisa, siempre fuerte.

¡Hasta siempre Yusef!

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Carlos R.Busto

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