Únicamente 7 de las 25 plazas voluntarias de la Policía Nacional para la OPE 2018 en Melilla se han cubierto, algo que, para el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Melilla, demuestra que nuestros puestos fronterizos no son atractivos para los agentes. El SUP reivindica la mejora de las condiciones laborales de los agentes destinados en estos puestos. Desde el Comité Ejecutivo Federal Territorial del SUP de Melilla insiste en que ni la Jefatura Superior de Policía de Melilla ni, en particular, sus puestos fronterizos, están siendo “atractivos” para los agentes de la Policía Nacional, que “antaño” venían a esta plantilla.
Desde el sindicato policial achacan esta pérdida de atractivo a la “tozudez” de la Administración policial, que hace oídos sordos a las reclamaciones realizadas desde las agrupaciones sindicales.
Ayer se conoció la relación de Policías, que han solicitado voluntariamente venir a nuestra ciudad para participar en la Operación Paso del Estrecho (OPE) de este año 2018. De 25 plazas ofertadas, se han quedado desiertas 18, mientras que en otras plantillas donde también se convocaron vacantes para la OPE, se han cubierto voluntariamente al cien por cien de las plazas.
Desde el SUP consideran “normal” que esto suceda (ya pasó en 2017), y afirman que este año, el “boca a boca entre los compañeros” con respecto a “a penosidad laboral, la jornada laboral y la falta de dietas”, ha tenido un peso especial en el hecho de que no se cubran ni un tercio de las plazas.
El SUP recuerda el anuncio de que, por primera vez, el Puerto no estará operativo desde las 00:30 hasta las 06:00 horas durante la OPE “por falta de efectivos”, para confirmar su tesis de que la situación es “cada día más complicada”.
Desde el SUP reivindican una especial catalogación a los Policías destinados en los puestos fronterizos de Melilla; así como que los puestos fronterizos sean considerados lugar de destino independientemente de la Jefatura Superior de Policía. Reivindicaciones que, por el momento, no han sido atendidas y que esperan que la Administración entrante sea capaz de atender, a fin de mejorar tanto las condiciones laborales de los agentes como el funcionamiento de las fronteras.
