La Federación de AMPA de Melilla pregunta al MECD por la presencia de amianto, un material aislante con un alto potencial cancerígeno, tanto en los centros educativos como en sus inmediaciones. Para la FAMPA este es un tema de vital importancia, toda vez que la retirada de estos materiales (por ejemplo, en los antiguos cuarteles que serán reconvertidos en centros educativos) puede conllevar un alto gasto económico para la Administración. Desde la FAMPA también se han dirigido a la Consejería de Educación para solicitar el establecimiento de canales de comunicación estables a fin de evitar problemas como los retrasos en las convocatorias de becas.
En los últimos meses, especialmente, en la ciudad se ha ido tomando conciencia sobre el grave problema que supone la presencia en los centros educativos públicos del fibrocemento, difundido ampliamente en nuestro país con la plancha ondulada para techos que popularizó la multinacional Uralita. Este material no sólo se encuentran los centros educativos, sino también en edificios que colindan con los colegios o a los que se pretende dar un futuro uso educativo, como los antiguos cuarteles.
Su uso ha sido durante décadas masivo y, por esta razón, desde la Federación de AMPA de Melilla se está realizando al MECD una pregunta para conocer la situación de este material en los diferentes colegios e institutos, así como en los acuartelamientos de Santiago y Gabriel de Morales, tanto por el uso educativo que se les quiere dar como por la cercanía de centros educativos donde asisten miles de escolares y familias diariamente, como son el Juan Caro, La Salle, el antiguo CPR (las aulas del España/Gabriel de Morales) o el colegio León Solá.
Desde la FAMPA insisten en lo importante de analizar el problema en profundidad, puesto que el volumen de amianto que hay que retirar “es tal que el presupuesto de una correcta actuación es muy elevado, casi más que la demolición de pabellones”, al igual que los riesgos con la cercanía de las aulas modulares que se quieren instalar para “parchear” lo que consideran una “pésima” situación de infraestructuras educativas.
Un material prohibido y potencialmente cancerígeno
Es de sobra conocido el potencial efecto cancerígeno que produce este material cuando se descompone por caducidad o sufre una fractura de cualquier tipo.
Las fibrillas que se producen en cualquier rotura son 1.000 veces más pequeñas que 1 milímetro, y puede haber billones de ellas en el aire, entrando en nuestros pulmones sin que puedan ser percibidas sin la realización de un estudio específico.
Como indica su propia raíz, “amianto” en latín significa “incorruptible” y en griego “incombustible”, ambos aspectos indican la imposibilidad del ser humano a la hora de eliminarlas naturalmente una vez respiradas.
Actualmente se tiene absoluta certeza de tres tipos de cáncer producidos por exposición al amianto: asbestosis, cáncer del pulmón y mesotelioma.
En nuestro país, con la Orden de 7 de diciembre de 2001 por la que se modifica el anexo I del Real Decreto 1406/1989, de 10 de noviembre, se prohibió la comercialización y utilización de todas las variedades de amianto. El amianto está prohibido por el Convenio de Rotterdam, firmado por más de cien países.
Libros de texto
En otro orden de cosas, desde la Federación de AMPA de Melilla se remitirá un escrito a la Consejería de Educación en relación a las ayudas a las familias para adquisición de libros de texto y de material escolar a familias desfavorecidas de los centros públicos de Infantil y Primaria en Melilla. Además de agradecer que la convocatoria se haya hecho con el tiempo suficiente para poder planificar el próximo curso, se expresará la disconformidad de la FAMPA con el hecho de que solamente se hayan dado 10 días naturales a los centros educativos para recopilar toda la información de los libros que necesitan reponer para el próximo año.
Desde la Federación de AMPA de Melilla se volverá a solicitar a la Consejería de Educación el establecimiento de procedimientos y canales de comunicación estables y productivos, “que permitan evitar este tipo de problemas”. Un ejemplo de esta situación es que, a pocos días de acabar el curso escolar, la Consejería de Presidencia todavía no ha convocado las becas de 400 euros para la ESO”.
