Casi una hora estuvo ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, hablando ante los micrófonos de la prensa para hacer su valoración de lo que han sido sus seis años y medio en el cargo. Años que admitió que han sido “difíciles”, de “poco o nulo descanso, mucha tarea realizada y muchos frentes que atender”, pero dijo quedarse con el honor de ostentar este puesto en su ciudad natal. El Barkani dedicó parte de su comparecencia a agradecer el trabajo realizado por todo su equipo de directores provinciales y territoriales y asesores del gabinete, la mayoría de los cuales estuvo presente en la rueda de prensa como público. Todos ellos le rindieron dos ovaciones en su despedida pública, en la que reveló que parte de su equipo ha sido condecorado con la Medalla al Mérito Civil, y la otra parte fue propuesto para ello hace un mes.
También tuvo palabras de cariño para su familia por estar a su lado en esta etapa en la que ha podido hacer lo que le gusta: “trabajar por Melilla y por España”, aunque ello no haya estado exento de “decisiones difíciles”. Al mismo tiempo, agradeció la confianza a Rajoy por nombrarle como delegado del Gobierno, y a Juan José Imbroda por proponerle para ello.
De esta manera, tras asistir a la última reunión de coordinación con la Ciudad Autónoma, El Barkani quiso hacer balance de su gestión al frente de la Delegación del Gobierno, pero también hizo algunas recomendaciones a quienes les sucederán en la Administración Periférica del Estado en Melilla en cuestión de pocos días.
Por ejemplo, dijo que espera conocer a su sucesor y poder hacer con él “una especie de traspaso formal”, como ocurrió en su entrada en la Delegación con su antecesor, el socialista Antonio María Claret.
Su futuro inmediato
En cuanto a su futuro, dijo que su primer paso nada más ser cesado será pedir el reingreso su plaza de médico en el Hospital Comarcal para no perderla. “Me incorporaré cuando me tenga que incorporar y seguiré siendo un enamorado de la política”.
