Los de Alejandro Alcoba no lo tuvieron nada fácil para imponerse al ICL Manresa, al que derrotaron, tras una prórroga incluida, por 78-74. Mañana domingo tendrá lugar el siguiente encuentro, de nuevo con el Pabellón Javier Imbroda como escenario. El Melilla Baloncesto logró su objetivo, forzar el cuarto partido y seguir manteniendo abierta la serie final de ascenso a la Liga Endesa. Los de Alejandro Alcoba no lo tuvieron nada fácil para imponerse al ICL Manresa, al que derrotaron, tras una prórroga incluida, por 78-74. Mañana domingo tendrá lugar el siguiente encuentro, de nuevo con el Pabellón Javier Imbroda como escenario.
El conjunto melillense comenzó de forma inmejorable el encuentro, ya que firmó un 5-0 de salida con los puntos de Fran Guerra y de Dani Rodríguez. Los manresanos contestaron con otro 0-4, aunque los cierto es que los de Alejandro Alcoba fueron los que llevaron la iniciativa en el luminoso durante prácticamente todo el primer cuarto, perdiéndola con una última canasta de Jokubas Gintvainis (13-14).
Los locales habían dispuesto de una renta de siete puntos (11-4) mediado este primer acto, encajando en los siguientes cinco minutos un 2-10 de parcial. Ambos conjuntos defendieron a un gran nivel, lo que se tradujo en numerosas pérdidas de balón y en que los porcentajes de tiro no fueran demasiados buenos.
En el segundo asalto el guion se repitió con los azulones mandando en el marcador, aunque las diferencias eran mínimas, gozando únicamente de una máxima de cuatro puntos (23-19), con Diego Kapelan como principal referente en ataque. Cabe destacar que al intermedio los dos equipos solo habían convertido un triple cada uno y, además, el acierto era bastante bajo en los lanzamientos de campo (33% los locales y un 25% los visitantes). Al término de estos segundos diez minutos se llegó con el ajustado resultado de 27-25.
Tras el paso por los vestuarios, los de Alejandro Alcoba parecieron salir más enchufados, abriendo rápidamente una brecha de ocho puntos (39-31), con Fran Guerra haciendo mucho daño en la ‘pintura’. Los barceloneses lograron mantenerse a flote con los puntos de Jordi Trias y de Nacho Martín, consiguió así acercarse a tres (42-39), a 3’05”. En el intervalo de tiempo que restaba para el final del tercer acto, los de Diego Ocampo firmaban un 3-10 para irse cuatro puntos arriba a la conclusión del mismo (45-49).
El cuarto periodo tuvo dos partes bien diferenciadas, una primera en la que el ICL Manresa a punto estuvo de romper definitivamente la contienda, al llegar al disponer de una ventaja de nada menos que diez puntos (49-59), y una segunda en la que el Melilla Baloncesto no arrojó la toalla y acabó forzando la prórroga, con un increíble 16-6 de parcial (65-65) y tras un triplazo de un inspirado Diego Kapelan. También es verdad que los de la ciudad autónoma pudieron hasta llevarse la victoria sin tener que jugar cinco minutos más, ya que Pablo Almazán dispuso de un tiro de media distancia en los instantes finales, saliendo el balón escupido por el aro.
El tiempo extra arrancaba con un lanzamiento convertido desde más allá de la línea de 6’75 por el visitante Lluis Costa. Los catalanes se mantuvieron por delante en el luminoso hasta que faltaba poco más de un minuto y medio, cuando un tiro de tres de Kapelan colocaba a los suyos un punto arriba (73-72). Nacho Martín aprovecharía, a continuación, uno de los dos tiros libres de que dispuso para empatar la contienda (73-73). Pablo Almazán no fallaría desde el perímetro para asestar un duro golpe a los de Diego Ocampo, que se veían tres abajo a escasamente un minuto (76-73). Los visitantes estaban muy fallones y eso lo aprovechó el decano para ampliar su renta hasta los cuatro puntos, después de anotar Filip Djuran un lanzamiento desde el 4.70 (77-74). El choque finalizaría con 78-74 en el luminoso del Pabellón Javier Imbroda, tras un último tiro libre del capitán Pablo Almazán.
