La Ciudad Autónoma de Melilla, considerada la segunda ciudad por importancia en edificios modernista, después de Barcelona, asume con cierta tristeza, cómo durante gran parte de su vida, no se haya forjado una conexión entre ella y todos los amantes de la cultura. Cualquiera Ciudad estaría orgullosa de su contenido y emplearía el mayor esfuerzo para que se conociera por el mayor número de personas, fuera de la nacionalidad que fuese. Este valor añadido único e irrepetible tiene que convertirse en instrumento para fomentar el turismo cultural que daría otro significado a la Ciudad, generando riqueza y sobre todo “admiración”.
La Ciudad dispone de más de quinientas obras arquitectónicas catalogadas de estilo modernista. Si a esto sumamos “El Pueblo”, casco antiguo de la Ciudad, donde se puede ver restos de las civilizaciones de pueblos como los fenicios, romanos vándalos y bizantinos. Rodeada por una muralla que da paso a la parte más moderna de la Ciudad.
El responsable de gran parte de estos proyectos modernistas fue el Arquitecto Don Enric Nieto i Nieto, después de terminar sus estudios de arquitectura, colaboró con la Casa Milá, llamada la Pedrera, diseñada por el Arquitecto Señor Antonio Gaudí. Se trasladó a Melilla a principios del siglo XX.
En aquellos momentos el Modernismo estaba en auge en Barcelona, lo que no podían imaginarse los Melillenses es que en un breve espacio de tiempo, lo estaría también al otro lado del Estrecho. Poco antes de la llegada del Señor Nieto, Melilla se había visto envuelta en una vorágine urbanística. La creciente Industrialización, el aumento de la población debido a la inmigración y las necesidades sociales obligaron a los ingenieros Militares encargados hasta entonces de la Arquitectura de Melilla a buscar nuevas soluciones. El responsable de crear el proyecto de ampliar la Ciudad fue Don Eusebio Redondo Ballester, sin afectar al casco antiguo y a los clásicos barrios que lo rodeaban.
El resultado fue el Ensanche Reina Victoria una obra que se relacionó con la diseñada por Don Ildefonso Cerdá en Barcelona en el siglo XIX. La llegada de Nieto, en 1919, fue un punto de inflexión en el estilo arquitectónico de la época. Melilla confió su desarrollo al Ingeniero Militar Señor Eusebio Redondo Ballester, por sus edificaciones modélicas de principios del siglo XX. Sin olvidar la diversidad de culturas que componían la Ciudad. Trabajo tanto para la clase burguesa, como para los más humildes o la Comunidad Árabe, a quienes incluso diseñó un Zoco que nunca llegó a realizarse. Ahora vamos a dar un pequeño paseo por los Edificios más emblemáticos de la Ciudad, El Edificio de la Reconquista, proyectado en 1915, uno de los más conocidos de Melilla, sus dos cúpulas apuntadas de superficie escamosa se asemejan a las creaciones modernistas que se desarrollaron en Barcelona. El Palacio de la Asamblea, la obra más conocida del Arquitecto Don Enric Nieto, su diseño corresponde al 1932, cuando era el Arquitecto Municipal. Del Edificio se puede destacar las torres árabes que sobresalen de su fachada. La Casa de Cristales, este edificio originalmente fue el lujoso Hotel Reina Victoria, el mejor de la época en el norte de África Su ascensor fue una revolución en la Ciudad. Por sus pasillos desfilaron las más grandes personalidades de Melilla, así como de resto de España o el extranjero.
La crisis de los años 30, provocó el cierre y la adaptación del Edificio a oficinas por su acristalamiento, para los locales este Edificio pasó a ser conocido como la Casa de los Cristales. La Sinagoga Or Zarauah, diseñada por el Arquitecto Enric Nieto en 1924,otorgándole un envidiado estilo modernista, en el que mezcla los elementos califales con los nazaríes de forma equilibrada. La Mezquita Central obra también del Arquitecto Don Enric Nieto. Entendió la diversidad de culturas y religiones que componen la sociedad melillense. De ella destaca la enorme Cúpula, la mezcla del arte califal y nazarí y los motivos ornamentales de Oriente.Podríamos seguir enumerando más edificios, esto es solamente una pequeña muestra, una imagen vale más que mil palabras, así que animo a todas las personas que quieran visitar y conocer nuestra Ciudad, que lo hagan.
Les va a maravillar y será una visita difícil de olvidar, su vivencia pasará de generación en generación. Sin olvidar a todos los que tienen responsabilidad en la Ciudad, para que trabajen con esmero y continuidad, para conseguir los fines que para los que fueron nombrados. Como siempre mi más profundo agradecimiento a tod@s los que dedicáis un momento a leer estas líneas, que solo siguen buscando el bienestar de nuestra Ciudad, Melilla maravilla de la Arquitectura Modernista y unión de civilizaciones en su casco antiguo “El Pueblo”.
