Francisco Robles reconoció que "no es agradable" que con el cambio de Gobierno tenga que dejar la Dirección del Ingesa, pero asegura que tras veinte años en la vida pública ocupando diferentes cargos, "es bueno pasar los cabos" a otras manos. Indicó que en estos 6 años "el equipo de gestión que he dirigido hemos afrontado proyectos importantes, no sólo el del hospital universitario que está resuelto, sino mejoras en infraestructuras, inversiones en equipamientos y la gran rémora que sigue siendo, pero menos que en 2012, la plantilla" gracias a los refuerzos que se han llevado a cabo. De hecho recordó que en los Presupuestos General del Estado para este año se incluye una partida para cubrir 22 nuevas plazas. Reconoció que a pesar de ello, "seguimos estando por debajo de las ratios que deberíamos tener, lo reconozco, sobre todo con la sobrecarga asistencial de Marruecos próximo, que es el gran flujo de la presión que tiene el área sanitaria de Melilla, que es algo a lo que Ingesa y el Ministerio deben hacer frente con estrategias consensuadas tanto en su ámbito, como con el país vecino".
Relevo
A su sucesor, dijo que lo conoce y lo felicitó, al tiempo que se puso a su disposición para lo que precise en este relevo. "Me brindo a él para facilitarle toda la información para que haya un tránsito normal entre profesionales", dijo. Robles anunció que se despedirá de todos los empleados de Ingesa a través de un mensaje de agradecimiento. Pidió disculpas si en este tiempo "he decepcionado a alguien en algún momento, pero es algo que entra dentro de la gestión de lo público". Finalizó con un reconocimiento expreso al gerente del área sanitaria, Pedro Villarroel y al equipo de gestión que "ha trabajado de forma leal, tenazmente y con plena dedicación y a mi plena satisfacción".
